domingo, 1 de mayo de 2011

VOLVER A LA ROMANA ES COMO VOLVER A CASA

<Los responsables de todo>

<Los donantes con el documento que acredita su donación>
<Nuestro "presi" Poblador dirigiendose a los asistentes>
  ¡Qué alegría volver a un lugar donde  siempre te encuentras  con las mismas y entrañables personas que te vienen recibiendo año tras año para agasajarte una vez más! Allí estaban nuestros ya amigos y excelentes anfitriones Manuel Hernández y Mari Carmen Sepulcre, para colmarnos de atenciones y agradecernos que aceptáramos su invitación. Suprema elegancia ésta, que distingue a los nobles de verdad. Y si estos nobles por naturaleza y no de cuna, son el Alcalde y la Concejala de Cultura de un pueblo encantador que tiene todas las dotaciones urbanísticas y lúdicas de una gran pueblo, sin serlo en habitantes y extensión urbana, pero que quizá por eso y por su  entorno natural  y paisajístico  atrae a foráneos y artistas, entonces te das cuenta del privilegio que significa, el que esas dos personas, (personalidades sociales de la máxima altura de su pueblo y el nuestro: La Romana) sean los que te  agradecen, los que te honran, los que te agasajan con la sencilla y rica y abundante comida tradicional, y te la sirven personalmente auxiliados por parte de su equipo Municipal, para compensarte el detalle de que dejes (si quieres) alguna de tus obras para incrementar la pinacoteca municipal.  Pero al tal señor tal honor; los invitados en vez de llegar con la clásica botella de vino (que en La Romana lo hay y del bueno), llegan con los cuadros que ha pintado in situ o en su estudio, y año tras año  van incrementando  una pinacoteca que ya tiene en torno a las cien obras y que al verlas colgadas en la casa de cultura con motivo de nuestra visita anual, impresiona incluso a los donantes.
   ¡Que acierto de política cultural! ¡Que inteligencia para promocionar el pueblo e incrementar su patrimonio artístico! ¡Qué forma tan exquisita de dar sin pedir, y recibir por haber dado!
  ¿Y que nos dieron nuestros anfitriones? Pues un maravilloso día que ni el intermitente  “chirimiri”que nos impidió pintar y enseñar al aire libre como estaba previsto ( en parte, pues se instaló un improvisado estudio en la remozada Casa Encarná donde pintaron niños  y mayores aun niños)  fue capaz de aguarnos la fiesta pues al amparo del gimnasio municipal ( que también lo tiene el pueblo) la tuvimos grande en lo gastronómico  y que culminó con un fin de fiesta apoteósico, en el que se lucieron y nos sorprendieron el dúo armónico  Masip-Poblador, que sacaron sus viejas y oxidadas armónicas del baúl de los recuerdos y con brío juvenil  nos tocaron clásicas y populares melodías, que nos “tocaron” la fibra sensible y nostálgica de “aquellos maravillosos años” en los que éramos jóvenes para amar y  podíamos comer de todo, aunque muchas veces no tenías con quien ni que…; nos recitaron Rita, Ricardo, Rogelio y Ramón (el cuarteto de las erres); nos cantó Julio y nos hizo reír –como nunca- la cuenta chistes  María, que además se permitió recitar en panocho y cantar una canción en  la  que ella ha puesto la  música.
    Y para explicárnoslo todo, para estar en todo: la romanera de pro, ELENA DE LA ROMANA, cuyo nombre merece ser puesto en mayúscula, porque ella es el alma de este acontecimiento anual.
Carlos Bermejo
Alicante, 30 de Abril de 2011