domingo, 22 de septiembre de 2013

VIAJE AL “CASTILLO DE CONESA”, PAIS DE LAS MARAVILLAS EN LA VEGA BAJA ALICANTINA

-DON ANTONIO CONESA, SEÑOR DEL CASTILLO, GUIÁNDONOS POR SU COLECCIÓN>
<EL SEÑOR DEL CASTILLO CON ALGUNAS DE NUESTRAS HURÍ EN SU HARÉN>
<ARMÓNICAS Y CANTANTES>
<ALGUNAS DE NUESTRAS GUAPAS HURÍ TRAS ESCAPARSE DEL HAREN>
<FOTO DE FAMILIA ANTES DE ATACAR PARA CONQUISTAR EL CASTILLO>

 <DE IZQUIERDA A DERECHA, SANTOS PASTRANA, ANTONIO CONESA, ROMUALDO MORENO Y JUAN ANTONIO POBLADOR>
 <LA ENSEÑA NACIONAL SEÑOREANDO EL CASTILLO>
<PUENTE EN EL INTERIOR DE LA GRAN CUEVA>
 <ASPECTO DE LA MERENDOLA>
<VISITANDO LA PINACOTECA>

  En un lugar de la vega baja alicantina, de cuyo nombre nunca me voy a olvidar, tiene su castillo encantado un hidalgo español que tuvo la gentileza de mostrarnos el resultado de un sueño casi hecho realidad, de aglutinar en un gran espacio privilegiado, Arte y Naturaleza.
  Invitados por ese gentil caballero, en la tarde de ayer sábado, un grupo de cincuenta y cuatro de “los nuestros”, arribamos en cómodo buque-autobús, a San Miguel de Salinas, donde nos esperaba asomado a una almena de su castillo de arquitecturas mil, el señor  DON ANTONIO CONESA, persona grata, de elegante y magra figura como salida de uno de los retratos de su magna colección de pintura antigua, que en un recorrido sorpresivo (por lo que ha sido capaz de coleccionar), nos mostró y nos dio cuenta de la historia de cada uno de los cuadros, y de cómo en el trascurso del mucho tiempo que ha vivido, ha logrado hacerse de tan insólita pinacoteca, en la que los Velázquez de su época adolescente, los Goyas, los Guido Reni, los Alonso Cano, los Corot y otros grandes maestro de la pintura, permanecen casi inéditos e ignorados para los expertos, colgados en las paredes y bajo los ricos techos cuajados de florida decoración arabigoandaluza y entre mobiliarios de estilos varios pero de gran riqueza ornamental. Luego nos mostró hasta los más secretos rincones, tales como su harén particular donde “nuestras huríes” comprobaron lo mullido de sus cojines y sofás y llenaron de belleza y vida, la estancia del rey de la casa, que, magnánimo, lo permitió para alegría y regocijo de nuestras jóvenes en espíritu y, por tanto, en edad. Nos acompañó por las ricas estancias y patios nazaríes, recreación de una Alhambra vegabajera y por último en cuanto al recorrido por la extensa propiedad, nos llevó a su zoológico particular, en el que retozan y viven bien cuidados la más variopinta y lustrosa fauna de burros que nunca vi, juntos pero no revueltos, con  jabalíes, cerdos vietnamitas, pony, caballos, cabras, y aves de exóticos plumajes, ubicadas en una zona en la que hay picadero (caballar, no pensar mal), barracas valencianas y otras edificaciones, y lo  mas especular: unas cuevas en la ladera por donde cae la gran cascada (tampoco pensar mal…) que impresionan por su grandiosidad y misterio.
   Y ya finalmente, nos sentamos en el merendero del “Restaurante El Lago”, y allí, servidos por unas cuantas huríes indígenas de más allá de los Andes, escapadas del harén del Señor del Castillo, casi nos embriagaron con buena cervezas de barril, y otras ricas bebidas exóticas, tales como vinos del país (no se cual, pero buenos) y las consabidas coca-colas y fantas,  invitándonos a servirnos de motu proprio, en la gran mesa en la que habia colocado diversas viandas caseras, entre las que destacaron, la tortilla de patatas, las patatas chips, las patatas al horno, con las que quedamos “empapatados” pero  satisfechos por lo ricas que estaban, al igual que los encurtidos y el salmorejo, el buen pan casero para mojar y, en especial, una empanada que no tenía nada de “mental” y si mucho de cocina de gourmet por la que felicitamos a la cocinera.
  Y por fin, la orquesta de armónicas formada por los virtuosos (hasta en eso) POBLADOR, FRAN GALLEGO y JOSÉ Mª MASIP, pusieron música al coro, que empezó con tres voces, y una que en eso vale por diez: nuestro ROMUALDO, (cuyo nombre es imposible olvidar) y acabó con ciento y la madre y como es natural cantando “Asturias patria querida”, con lo que, a las 21’30, el militar que organiza y manda en estos viaje (más de lo que debiera) ordenó retirada hacia el autobús, tras despedirse de DON ANTONIO CONESA, señor del castillo quien “con esa…” su elegancia natural, hasta se unió a nuestro coro, y nos despidió a pie de autobús, invitándonos a volver para cuando vengan las lluvias, que a punto estuvieron de llegar en el autobús, cuando algunas que yo se me sé… nos amenizaron el viaje, sin que nadie les hiciera callar, porque en realidad, nos gustaba escucharlas con su alegría desbordante y su cercanía emocional.
   Y como siempre, el “buen rollo” (tengo modernizar el lenguaje) se dio entre todos nosotros y por ende, entre los agregados familiares, que se hicieron lenguas de ello y preguntaron que “cuando sería la próxima…”.
  Y ya, nuestros fotógrafos, los mejores y más pacientes para apretar el botón y nunca las cuerdas: JULIO Y FERNANDO, que tanto monta, monta tanto, quien dejaron constancia que igual retratan un roto que un descosido: es decir que todo lo que fotografían, le sale bien. Y si no, aquí está la prueba.
Carlos Bermejo
Coordinador de viajes
San Miguel de Salinas-Alicante

21 de septiembre de 2013.
  92 FOTOS DE FERNANDO MATEO. POR LA TARDE SE AÑADIRAN LAS DE JULIO



88 FOTOS DE JULIO ESCRIBANO