sábado, 18 de octubre de 2014

COMENTARIO Y VIDEO DE RAMÓN "PALMERAL" SOBRE LA EXPOSICIÓN "HISTORIAS SIN PALABRAS"

   
Por su interes literario e informativo sobre la exposición ·HISTORIAS SIN PALABRAS", inaugurada ayer viernes en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés, transcribo el comentario que sobre la misma ha realizado nuestro compañero RAMÓN "PAMERAL"


    Comentarios de la exposición fotográfica de Fernando Mateo & Julio Escribano

      Acelerado y con el corazón exprimido como un limón, me pongo esta mañana al ordenado sin pausa.  A veces, uno  va a las exposiciones llevados por el compromiso de las invitaciones de los amigos,  o como arropamiento de los artistas compañeros. Pero en esta ocasión ha sido una feliz idea el haber ido, porque me he venido casi flotando y esto sí que es raro en mí, por mi “mala pata”, como si hubiera tomado un sorbo del bálsamo de Fierabrás esa poción mágica capaz de curar todas las dolencias del cuerpo humano, según Don Quijote de la Mancha. Además me he podido saludar a compañeros que hacía tiempo no veía. Y a otros, a los que no saludé porque en la sala de Ámbito Cultural no cabía ni un alma más errante de la belleza. 
    Con permiso de Julio Escribano y Fernando Mateo, me voy a convertir en algo así como traductor de esta exposición fotográfica que ellos han titulado “Historias sin palabras”, que es lo mismo que  “non coment”, y sin palabra nos habéis dejado, acercándonos o alejándonos de la realidad de los instantes, al unirse en vosotros dos fuerzas progresivas y recíprocas en un mano a mano, haciendo uso de la licencia taurina, y en que además sirve el lema de los Reyes Católicos: “Tanto monta, monta tanto Julio como Fernando”, que se puede ver y admirar durante este segunda quincena de octubre, y por añadidura os la recomiendo. 
    Tras la presentación preceptiva tanto de Cristian Cutillas, gestor de Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Alicante, como la del inefable y siempre acertado Carlo Bermejo, secretario de la Asociación de Artistas Alicantinos, que se derramó en elogios hacia Fernando y Julio como gran conocedor de la trayectoria de ambos, éstos por su parte, tomaron la armadura de las palabras para hablar de las colección de las historias expuesta en imágenes, y, como no, hablaron de lo que traían y agradecieron la asistencia del respetable. Luego hubo un vino de honor con cava de La Mancha y pastas, y se formaron los corrillos habituales en las tablas.  A continuación me entrevisté con cada uno de los  artistas-fotógrafos, porque un fotógrafo hace tiempo que dejó de ser artesano del fotomatón para ascender en rango y ser ascendido a oficial de las artes. 
    A Fernando Mateo le pregunto sobre la técnica emplea para su serie “Enfarinats” o en harinados,  referida a la tradicional guerra de harinas que se celebra cada años en Ibi el 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes,  donde por poco pierde un oído por culpa de una carretilla que le explotó muy cerca de la oreja, riesgos del oficio más peligroso del mundo, o si no que se lo pregunten a los reporteros de guerra. De Mateo me llamó la atención esta serie de enharinados vestidos con trajes de época, y  además la foto en blanco y negro de un músico de color en Roma, la del reflejo del ayuntamiento de Alicante o la del palmero subido a una palmera que parece tomada de noche con luz de luna y que según me cuenta la hizo a las cuatro de l tarde, lo que ha pasado es que ha usado unos filtros. Pero no hay mejor forma de describir esta escena del palmero que acudir a nuestro Miguel Hernández, cuando en Perito en lunas escribe:

     Jinete que a tu misma grupa vienes
     para entrar con las luces en batalla,
    de la copa dorada, por tu empeño,
     haz la degollación, tras el ordeño.

    A Julio Escribano le pregunté por el proceso creativo de su juego de luces, composiciones nuevas, y, a mis preguntas de si había utilizado el “Photoshops”, me dijo rotundamente que no, que era el resultado de buscar reflejos, lunes, cristales y otras casualidades, lo que el objeto captura sin trucos ni cartón, aunque él tampoco está en contra de que otros fotógrafos lo usan. Y la verdad es que ha conseguido una obra muy original y colorista abstracta. Y para no dejar el texto de Julio sin una cita poética, recuerdo a mi adorado Federico García Loca cuando escribe sobre la luz que es una alucinación:

       Y una alucinación
       me ordeña las miradas.
      Veo la palabra amor
      desmoronada.

     Aunque el vocabulario jergal de los fotógrafos en muy técnico, como pixeles, enfoques, bull de velocidad, obturador y no sé que cuantos tecnicismos más, evitaré hablar de ello porque, lo que yo sé es darle al botón del disparador en automático y a lo que salga. Sin embargo, en bueno aplica la oreja por si se me pega lago y aprendo, y es que esta exposición  sirve para implicarme más en la técnica fotográfica, en el oficio del domador de disparos de luces y contraluces,  cazadores empedernidos  de instantes, escenas, motivos, momentos de la vida y del alma de las cosas, que a veces, te quedan grabada en la mente y no las puedes olvidar. 
     Es que como espectador privilegiado por haber  asistido a la inauguración, no me puede venir a casa y acostarme sin más,  en un sueño plácido, porque después de ver estas fotos casi no podía acomodar el sueño al beso de la almohada, sobre todo cuando uno viene reventado de emociones y, piensa, en las fotográficas e imagina en las instantáneas, y además que se han quedado allí solos en la  oscuridad hablando entre ellos de cómo ha ido la inauguración, porque tienen vida y palabars.  Porque considero que las obras de arte tienen vida propia como la luz de un diamante encarcelado en el cristal. 
    Por lo general, cuando admiro una fotografía lo primero que me viene a la cabezas es la siguiente pregunta: ¿qué estaba pasando por la cabeza del  fotógrafos cuando capturó una u otra escena, por qué buscó, seleccionó uno y otro encuentre, enfoque, qué intensidad de “ruidos” evitó, o por qué rompió la ley de la compensación de las formas, volúmenes o masas?  Estos momentos de oprimir el disparador como un pulsar de corazones, es siempre  un instante decisivo e irrepetible, a veces buscado, pero casi siempre encontrado, como suele ocurrir con los grandes inventos. 
    Esta fotografías, muchas en blanco y negro, como requiere la tradición del género fotográfico con un balance de tonalidades de tonos fríos y a veces ocres, neblinas o en movimiento, me paro a reflexionar y es que nunca acabas por despegarte de las fotografías expuestas, algunas de tamaño grande. En su conjunto son historias urbanas, juegos de luces y colores que te elevan la temperatura, sólo la fotografía puede conseguirlo gracias a las máquinas actuales digitales y sofisticadas. En algunas fotos de Escribano abundan los efectos de la luz de las cosas más simples de fuegos artificiales. 
      Cuando uno quiere escribir frente al ordenador con la fuerza de la crítica propia y objetiva, lo primero es  deshacerse del encantamiento que has sufrido, quizás por los efluvios del cava honor más el recuerdo de las imágenes y la charla con los amigos. Uno acude a la llamada: “atención memorística del interés” que como una descarga eléctrica nos sacude la memoria, y  me pregunto si he sido yo solo el herido o además  los otros espectadores también han sido víctimas de este encantamiento. Queremos comprobar que no somos  solamente nosotros, uno más de los afectados, el que ha recibido ese rayo de luz en la memoria de las retinas que por poco nos ingresan en el hospital. Por eso, sólo me queda recomendar esta exposición que considero muy original por los temas presentados, acertada por la composición, sugestivo por la emoción recibida… Y estoy seguro que volveré a verla con más de talle para observar en solitario ese mundo imposible de olvidar de los “farinats”, la mujer mendigo,  los reflejos de edificios en el agua, el músico, el palmero, los nocturno, el pase de pecho de un torero que se ha movido o reflejos de figuras en el agua, o la más inaudita e imposibles composiciones de colores. 
     Felicitaciones a los dos por este regalo de imágenes,  y os convido a seguir por el único camino que en arte es acertado: el de trabajar con toda libertad y ganas de descubrir nuevos mundos, que estás en éste pero por una u otras razones no los vemos. 
Ramón Fernández Palmera
Escritor, poeta y pintor   

Alicante, 18 de octubre 2014      
Un abrazo