miércoles, 24 de febrero de 2016

ROGIER VAN DER WEYDE, PINTOR FLAMENCO QUE VIVIÓ Y PINTÓ EN EL SIGLO XV, SERÁ MOTIVO DE ESTUDIO EN "LA TERTULIA DE LOS JUEVES" DE MAÑANA








Del  pintor flamenco ROGIER VAN DER WEYDE, nacido en Tournai región valona de Bélgica, por entonces tierras del duque de Borgoña, sobre finales del siglo XIV y fallecido en Bruselas en 1464, solo se conocen como obras suyas  las que se le han atribuido, pues en su tiempo no era costumbre firmarlas ya que no se consideraban artistas, sino artesanos e intervenían en su elaboración los aprendices que le ayudaban en el taller.
  Sin embargo, fue designado pintor de la ciudad Bruselas y gozó de un gran prestigio en vida, pero al no existir recibos u otros  documentos de la época, que hicieran mención a algún tipo de transacción de sus obras, las dudas de su autoría en las que se le atribuyen son muchas, pero sea quien fuere el que pinto el “Descendimiento” del Museo del Prado y “El Calvario” del Monasterio del Escorial, no hay duda, eso sí, que van der Weyde fue uno de los más grandes pintores flamencos del siglo XV y que si hay algo de certeza de que fue él quien las pinto, solo se da en las dos obras mencionadas,  a las que se les puede seguir el rastro por documentos de los siglos XV y XVI.
  La mayoría de las obras a él atribuidas, son trípticos para retablos de temas religiosos para iglesias, ya que en su época apenas habían otros encargos para los artesanos-pintores, aunque tambien se le atribuyen algunos retratos de los llamados de devoción, en los que el retratado era el donante de la obra religiosa, y, excepcionalmente, del alguno de los nobles de su tiempo, tales con el de “Felipe el bueno”  de Portugal, existente en el Palacio Real de Madrid que se le atribuye a su taller.
  No hay noticias ciertas de su formación como pintor, pero parece ser que estuvo como alumno-aprendiz residiendo en   el taller de Robert Campi, hasta que le fue otorgado el título de “maestro pintor” por el gremio y ya se estableció por su cuenta y acabo obteniendo, al final de sus días, una gran fortuna. Se casó con la hija de un zapatero, que en rango artesanal era de su clase y con ella tuvo tres hijos y una hija, varios de ellos parece ser que tambien fueron pintores.
 El número de obras a él atribuidas, existentes en museos y colecciones es reducido, pero se presume  que muchas otras sufrieron los desmanes de guerras, revoluciones, incendios,  robos y toda la serie de vicisitudes que las obras de arte sufrian  en  la antigüedad a los largo su existencia,  pero sin lugar a dudas, las obras que se conservan en España, en su tiempo primera potencia mundial, son de una categoría pictórica superior y bastaría para decir que es uno, si no el mejor, de los pintores flamencos de todas las épocas.
 Pues bien, de él se hablara y se especulará sobre su vida y su obra, en la TERTULIA DE LOS JUEVES, que se reunirá mañana en sesión, a partir de la 19 horas, en nuestro CENTRO DE ARTE, con entrada libre para quien lo desee, y quiera pasar un par de horas, escuchando y opinado, si lo desea, a un grupo de nuestros compañeros de Asociación, que vienen preparados para diseccionar la vida y obra del pintor.
Carlos Bermejo
Coordinador de talleres de la AAA
Alicante, 24 de febrero de 2016