miércoles, 11 de mayo de 2016

JOAQUÍN MIR Y TRINXET, UNO DE LOS MEJORES PAISAJISTAS ESPAÑOLES DE TODOS LOS TIEMPOS, TEMA A TRATAR EN NUESTRA TERTULIA DE LOS JUEVES DE MAÑANA.
















 A  caballo entre los siglos XIX y XX,  JOAQUÍN MIR Y TRINXET  nació y murió en Barcelona (1873-1940) donde se formó como pintor asistiendo a la Escuela de Bellas Artes y al taller del pintor Luis Graner.  Con veinte años llego a formar parte  de la llamada “colla del safrá” grupo de jóvenes pintores catalanes, entre los que figuraban Nonell, Canals y Pichot,  bautizados asi por sus tendencias coloristas en las que primaban los colores ocres cálidos amarillo-anaranjados como las hebras del azafrán.
  Esencialmente pintor paisajista, al principio de su carrera cultivó el retrato y la figura y llegó a realizar grades cuadros con personajes, con los que concurrió a los Certámenes Nacionales con éxitos tales como “El venedor de toronges”  y “La catedrals del pobres”,  y al final de  su extraña y exitosa  vida de pintor un tanto asceta  y retraído en su limitado mundo, sin más intereses que la pintura,  le fue concedida Medalla de Honor en la Nacional de Bellas Artes de 1930, en Madrid.
  Persona exaltada hasta límites patológicos, alguno de sus contemporáneos cuenta  “que se ponía pintar con una exaltación que le llevaba a canturrear o proferir gritos e interjecciones, a comentar en voz alta donde colocaría aquella pincelada de bermellón o aquel toque de azul intenso que confiriese al cuadro la máxima vibración, para descansar, luego, unos breves instantes y liar un cigarrillo que, después, olvidaba encender  o dejaba apagar tras una pocas chupadas o prendía demasiado –por haber empleado más papel que tabaco- chamuscando unos pelos de su barba o bigote. O dejando algún agujero en su ropa que provocaba la reprimenda de Doña María”, su mujer y sensata cuidadora del genio desquiciado, rudo y noble, tan parecido  a Van Gogh.
  Pintó en Mallorca con Santiago Rusiñol,  y de la isla salieron sus paisajes más originales pero no los más populares pues se adelantó a la pintura por entonces imperante en España. Luego lo haría en Reus, Mollet del Vallés, Caldas de Momtbui y finalmente, al contraer matrimonio, se instaló definitivamente en Villanueva y Geltrú. De todos esos lugares y sus entornos, surgió la obra del mejor de los paisajistas españoles de su tiempo, practicante de un impresionismo rayano con el expresionismo figurativo sui géneri, muy semejante al que en la actualidad y con su personal estilo diferencial, practica entre nosotros nuestro compañero Manuel Mas Calabuig.
 En fin, que mañana se tratará en LA TERTULIA DE LOS JUEVES de nuestro CENTRO DE ARTE, a la que pueden asistir quien lo desee y quiera darse un gustazo cultural y artístico de primer orden en Alicante, sobre la vida y la obra de uno de los más grandes pintores paisajistas españoles de todos los tiempos.
Carlos Bermejo
Coordinador de talleres de la AAA
Alicante, 11 de mayo de 2016