lunes, 21 de mayo de 2018

OSKAR KOKOSCHKA SERÁ EL ARTISTA SOBRE EL QUE TRATARÁ LA TERTULIA DEL PRÓXIMO JUEVES 24 DE MAYO


                                                                 AUTORRETRATO


OSKAR KOKOSCHKA by  ERLING MANDELMANN


Breve reseña sobre el pintor Oskar Kokoschka

Pintor austriaco nacido el 1-3-1886 y fallecido el 22-2-1980, conocido por sus paisajes y retratos  expresionistas.

 De familia humilde, dedicada al arte de la orfebrería.

 Como consecuencia de la gran industrialización de Centroeuropa, sus familiares sufrieron  serios problemas económicos que le llevaron a buscar vías de renovación y reivindicación de la manufactura artesanal.

 A los 19 años ingresó en la Escuela de Artes y Oficios de Viena, donde  se preparó entre 1905 y 1908.

 A partir de 1908 se harán patentes, cada vez más las influencias de personajes como Gustav Mahler, Gustav Klimt y Sigmund Freud.

 En 1908 publicó su primer libro de poemas, ilustrado por el mismo. “Los muchachos soñadores”.

 En 1909 conoce al arquitecto Adolf Loos que le protege a cambio de arte,  haciéndole de mecenas y lo pone en contacto con Herman Walden que era el fundador de la revista  expresionista Der Sturm, más tarde se vinculará con Karl Graus y el círculo de Käthe Richter.

 Frustrado por las malas críticas, se traslada a Berlín y en 1910  con la ayuda de Herman Walden, dedicándose a retratar a personajes de la intelectualidad alemana.

 Mantuvo una relación sentimental con Alma Mahler entre 1912 y 1915, a la cual puso fin Alma al huir esta, temiendo un desenlace fatal del romance que a veces rozaba la locura.

 Es entonces cuando Oskar Kokoschka decide elaborar una pintura que pusiese de manifiesto, la fuerza del amor y la perduración de este a pesar de las adversidades. “La novia del viento”.

 Estamos pues ante un gran pintor expresionista, poeta u dramaturgo.

Le llamaban el Freud de los pintores, por el profundo estudio sobre el carácter que imprimía a sus modelos. Sus retratos impresionan por su profundidad en la mirada y el dolor que reflejan sus rostros.

 Pedro Ortiz