viernes, 25 de octubre de 2019

CRONICA DE LA TERTULIA DE AYER JUEVES 24 DEDICADA A BERUETE


 Ayer tarde a las 18,30 que es la hora oficial de comienzo de la tertulia, aunque siempre se conceden unos minutos de cortesía para los rezagados, tuvimos el placer de debatir sobre el gran pintor Aureliano de Beruete, el cual lleva el mismo nombre que su hijo Aureliano de Beruete y Moret, el que fuera el primer Director del Museo del Prado, entonces para distinguirlos, al padre que es el que tratamos ayer, se le conoce para no confundirlos como Aureliano de Beruete, que nació en Madrid  el 27/09/1845 y falleció el 05/01/1912, hijo de una familia acomodada,  estudió derecho y se Doctoró, llegando a ser Diputado electo el 1871 y 1872, hasta que el golpe de estado del General Pavía en 1873 acabó con su carrera política.
 Habiéndose formado artísticamente en la Academia de B.B.A.A. de San Fernando de Madrid , fue alumno de Carlos de Haes, de quien aprendió mucho y llegaron a hacerse amigos y salir juntos a pintar al aire libre en múltiples ocasiones por la Sierra de Guadarrama. Amigo de pintores como Martín Rico, el aristocrático Ramón Casas o incluso el famoso  Joaquín Sorolla, el cual le pintó dos de sus mejores retratos y quien a la muerte de su amigo Beruete, le organizó la primera exposición antológica en su palacete madrileño. Así mismo  como intelectual que era, con un ideario krausista formó parte del círculo de profesores e intelectuales como Nicolás Salmerón o Francisco Giner de los Ríos, que a partir del Colegio Internacional y luego  de la Institución Libre de Enseñanza, aportaron al mundo de las artes lo que se conoció como el espíritu noventayochista a partir de la estética castellana y su historia.
  Según los críticos fue a partir de 1891, cuando Beruete comienza su segunda etapa artística, abandonando de forma definitiva el academicismo del que estaba impregnado por su maestro Carlos de Haes, y entonces su pintura se hace mucho más avanzada y valiente con trazos muchos más sueltos y acercándose más, quizás influido por su paso por la escuela de Barbizon, a los impresionistas más avanzados, los encuadres más recoletos se transformaron en composiciones abiertas y luminosas, entre las cuales se distinguen los alrededores de Madrid , Toledo y la Sierra de Guadarrama, o de la Cornisa Cantábrica.
 En algunas de sus obras de su segunda etapa, se muestra como un pintor postimpresionista, rozando el expresionismo figurativo, lleno de fuerza expresiva, por sus rotundas pinceladas, muy sueltas y siempre con un dominio del color permanentemente personalizado sabiamente.
 En resumen, una tertulia en la cual todos los contertulios nos deleitamos analizando con detalle, las múltiples cualidades y características de sus obras, con comentarios diversos de todos los contertulios que tuvieron a bien el hacerlos, llegando a la conclusión de que fue uno de los grandes maestros del paisajismo español.
 Pedro Ortiz Olivas