viernes, 10 de enero de 2020

JOSHUA REYNOLDS EN LA TERTULIA DE ARTE DE AYER JUEVES



CRÓNICA DE LA TERTULIA DEL jueves 9 de enero de 2020
 En la fría tarde de ayer, a pesar de catarros y enfermedades que este tiempo nos depara, conseguimos reunir un grupo de amantes del arte y las tertulias de unas quince personas, aunque echamos de menos a personas muy apreciadas y habituales en nuestra tertulia, que siempre hacen aportaciones interesantes, pero la climatología a veces impones su ley y se hace notar.
 Ayer debatimos sobre el muy prestigioso pintor inglés Joshua Reynolds (Plymton, Gran Bretaña, 1723; Londres, 1792). Algunos han dicho, con cierta exageración que es el mejor pintor británico de todos los tiempos, con lo cual ninguno de los tertulianos estuvimos de acuerdo, si admitimos que fue un magnífico retratista y un gran pintor. Estudió pintura en 1740 con el retratista de moda Tomas Hudson con quien entró de aprendiz y con quien estuvo hasta 1743. Posteriormente estuvo en Italia, principalmente en Roma, donde estudió  a los grandes maestros y adquirió el gusto por el gran estilo ( este consistía primordialmente en la idealización de lo imperfecto), Pese a su origen provinciano se relacionó con las altas esferas de la sociedad y animó a esta a interesarse por el arte contemporáneo y junto con Gainsborough estableció la Royal Academy como una organización escindida de la anterior, de la cual fue el primer Presidente , su discípula Mary Towmley, fue una de las primeras arquitectas inglesas.
Junto con Gainsborough dominó el retrato inglés en la segunda mitad del siglo XVIII, sin embargo Reynolds pintaba de forma más idealizada que aquel, con lo cual a unos cuantos tertulianos nos gustaba más la ejecutoria de Gainsborough, admitiendo que era un magnífico pintor y coincidiendo también, en que al idealizarlos menos nos gustaban más los retratos masculinos, ya que resultaban menos teatrales. Se dice que pintó unos 3000 retratos, aunque contó en su taller con un número considerable de ayudantes, para poder hacer frente a tantos encargos, que lo hicieron muy rico. Son famosas sus conferencias sobre arte, expuestas en la Royal Academy entre 1769 y 1790.

 A pesar de su fama fue objeto de duras críticas él y la Academia, incluyendo la de la Hermandad prerrafaelita y la De William Blake, el último de los cuales publicó un panfleto vitriólico (caustico, acido).
 En 1789 perdió la vista del ojo izquierdo.  Fue enterrado en la Catedral de San Pablo de Londres.
 Sus obras siguen siendo cotizadas, en 2005, la Tate Gallery adquirió  “Los arqueros” por dos millones y medio de libras esterlinas.
 Su estilo es clasista con detalles rococó. En 1759 a raíz de pintar al Comodoro Keppel, fue cuando la fama le llegó de inmediato.
 A las mujeres las representa idealizadas en casi todos los casos, las viste de forma teatral o las convierte en musas o diosas, y algunos personajes los pinta con detalles dramáticos y los acerca a la pintura histórica. Posteriormente en su obra más madura se decanta por un estilo menos académico, influenciado, tras su viaje a Flandes y por la escuela flamenca y por  Pedro Pablo Rubens con el que contactó.
  En resumidas cuentas, conocimos a un muy interesante pintor más profundamente, que se especializó en el retrato, y que lo hacía muy bien, especialmente el tratamiento de los distintos ropajes, es magistral consiguiendo muy bien los distintos efectos de terciopelos, sedas o tules, así como la expresividad de los rostros, partiendo de unos magníficos dibujos, sin embargo, a veces los fondos eran muy teatrales y un poco fuera de lugar, como conclusión un gran pintor pero no el mejor inglés como algunos dijeron en el pasado, aunque para gustos los colores.
 Hubo bastantes y variadas intervenciones, todas interesantes y con las cuales pasamos la tarde enriqueciéndonos a la vez que nos deleitamos.
Pedro Ortiz