jueves, 17 de enero de 2013

INAUGURADO EL “II SALÓN DE LA COPIA” EN LA QUE SE EXHIBEN COPIAS DE OBRAS DE LOS GRANDES MAESTROS

 <NUESTRO PRESIDENTE DIRIGIENDOSE ALPÚBLICO EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN>
 <NUESTRO PRESIDENTE ( en el centro de la foto) ENTREGÁNDOLE A JUAN JOSÉ ORTIZ, LA PLACA DE RECONOCIMIENTO>
 <NUESTRO PÚBLICO, EL QUE NÚNCA FALTA A LAS INAUGURACIONES>
<EL COORDINADO DE EXPOSICIONES, MOSTRANDO UNA DE LAS GRANDES OBRAS EXHIBIDAS>

<LOS CORRILLOS CALENTANDO EL AMBIENTE CON EL VASO EN LA MANO>

  Con una muy buena asistencia de público, amigos y compañeros, en la tarde noche de hoy miércoles, ha quedado inaugurado  en nuestro Centro de Arte el “IISALÓN DE LA COPIA”, en el que se exhiben cincuenta copias de  obras de  grandes maestros de todos los tiempos, realizadas por cuarenta de nuestros artistas.
  Presidió el acto de inauguración nuestro Presidente JUAN ANTONIO POBLADOR, quien resalto fidelidad de la mayoría de los cuadros a la obra original, con la natural diferencia entre las copias, en función de la etapa de aprendizaje de cada artistas.
 A continuación dio la palabra a CARLOS BERMEJO, Coordinador de Exposiciones de la Asociación, quien dijo:
“Queridos amigos y compañeros. Hace ahora un año que inauguramos en la sede de Maisonnave, el primer Salón de la Copia. Hoy que lo hacemos del segundo, quiero reiterar o mejor, repetir las mismas palabras que entonces dije, porque no he cambiado y opino lo mismo:
   Ya sé que a algún purista, le puede resultar insólita una exposición así. Porque copiar no es crear, ya lo sé: es reproducir los más fiel  posible lo creado por otro. Y cuanto mayor  sea la exactitud  entre lo copiado y la copia, mayor será el éxito del copista,  porque la recreación, que algunos practican, es otra cosa y no es objeto de este Salón. Por eso, a los que tienen  el prurito de ser plenamente  originales en sus obras, les parecerá una aberración la exposición pública de unos trabajos en los que, aparentemente,  no hay nada creativo. Pero no es igual la copia que realiza un trabajador estajanovista de los diez mil que en plan industrial se dedica a ello en la famosa ciudad China de los pintores, que la que, casi todos, hemos hecho al comienzo de nuestro aprendizaje, para, practicando, adentrarnos en los secretos técnicos  de los grandes maestros, y luego poder realizar con la técnica aprendida de ellos, nuestras propias obras. Nosotros, lo que hemos tenido por maestros al Greco, a  Velázquez, a Zurbarán, a Vermerr,  a Sorolla o a algún impresionista francés, y de ellos hemos aprendido  a mezclar el color a la búsqueda de ese tono que no  se encuentra en los tubos; del Greco la espiritualidad que se desprende de los rostros y los cuerpos alargados por su estilo manierista; de  Zurbarán a sacar luz de la oscuridad como se dice en el Génesis de la creación;  a lograr, (nunca plenamente), esos  sfumatos con los que Velázquez le hace girar a la rueda de la hilandera;  de Vermerr  a componer una escena de interior y que de la sensación de que uno está dentro; de Sorolla a  hacer reverberar  la luz del sol sobre el horizonte marítimo en la lejanía; de Monet a hacerle vibrar al paisaje con  los toques yuxtapuestos de los colores complementarios. Nosotros, digo, que hemos sido discípulos de esos grandes maestros de todos los tiempos, que a su vez fueron discípulos de otros, a los que también copiaron, guardamos con unción esas copias y las mostramos hoy aquí, para decir con orgullo de dónde venimos. Que no tenemos nada que ocultar. Que pregonamos el nombre de nuestros maestros, y no escodemos su influencia en nuestra obra actual, mientras que vemos la  copia oculta que subyace en algunas obras de los que se dicen plenamente originales, cuando eso es imposible, pues como siempre digo, todos venimos de alguien, tanto en el arte como en la vida.
  Por eso. Por todo eso, yo no me voy a avergonzar nunca de haber sido anónimo discípulo, cien, doscientos o trescientos años después, de esos grandes de la pintura. Aunque ellos, vaya usted a saber, si pudieran avergonzarse de tener un  discípulo como yo.
Muchas gracias.”
  Terminada su alocución, volvió a tomar la palabra nuestro Presidente, quien señaló la presencia entre el público de JUAN JOSÉ ORTIZ DE SARACHO, Director de la sucursal de la Avda. de Oscar Esplá, de LA CAIXA, al que le rogó que subiera al estrado, para hacerle entrega de una PLACA DE RECONOCIMIENTO hacia él y hacia la entidad a la que representa, por el  apoyo económico prestado a nuestra Asociación por la Obra Social  y por la Oficina que él dirige. Recogida la Placa, que agradeció efusivamente en nombre de LA CAIXA  y en el suyo, se ofreció para seguir colaborando en el futuro en la labor cultural que lleva acabo la Asociación. Finalizadas sus palabras que fueron recibidas con agrado por los asociados y por el público asistente,  se sirvió el tradicional piscolabis de coca, jamón y vino blanco fresquito, aportado económicamente por los artistas que exponen, lo  que dió pie a los clásicos corrillos en los que se comentaron las excelencias de las obras expuesta, pues no hay mejor  manera de propiciar la crítica benevolente, que la de calentar los ánimos de “los críticos” dándoles de comer y beber.
Carlos Bermejo
Alicante, 16 de enero de 2013