<PEDRO ORTIZ, VICEPRESIDENTE DE LA AAA, DURANTE SU ALOCUCIÓN>
<SANTOS PASTRANA, EN UN MOMENTO DE SU INTERVENCIÓN>
<MIL Y UNA PEQUEÑAS GRANDES OBRAS ORIGINALES. TRABAJO DE CHINOS>
Sesenta
compañeros de Asociación, hemos viajado
en la tarde hoy viernes 8 de noviembre, para asistir la inauguración de
la exposición, que con el título “MEMORIA” presenta nuestro compañero JOSÉ
ANTONIO SANTOS PASTRANA, en la Sala de exposiciones “TALLER D’IVARS” del
Ayuntamiento de Benissa.
En ausencia del
Alcalde, JUAN BAUTISTA ROSELLÓ, presidio el acto de inauguración la Regidora de
Cultura PEPA MARTÍ, acompañada por el Vicepresidente de nuestra Asociación
PEDRO ORTIZ, y por el pintor.
“Tras dar la
bienvenida a los asistentes y excusar por motivos de agenda la ausencia del
Alcalde, la Concejala, en su alocución se refirió al privilegio que significaba
acoger en la Sala “Taller D’ivars, la obra de un gran artista polifacético y
multidisciplinar, que cuenta con un curriculum excepcional de 190 exposiciones
y su obra forma parte de prestigiosas colecciones públicas y privadas, habiendo
sido galardonado con más de treinta distinciones de importancia, tales como una
Primera Medalla del Salón de Otoño de Madrid, el Molino de Oro de las Cortes de
Castilla-La Mancha, el Salón de Verano de la Ciudad de Nueva York o el Gran
Premio Reina Sofía.
“En la exposición
tenemos la oportunidad de disfrutar de
una muestra de las diferentes etapas que se han dado en su trayectoria, asi
como de las distintas técnicas y temas que han sido motivo de sus obras, para
cuya realización recicla, reutiliza y transforma distintos materiales para sus
esculturas en cerámica, madera, aluminio y hierro y para sus pinturas todos
tipo de técnicas y estilos, que nos dan una idea de su gran dominio en todas
ellas. Algunos ejemplos de ello nos lo da el gran mural de dieciséis metros que
preside la Sala, compuesto por mil y una pieza de pequeño formato, cuyo conjunto
“forman una obra de una gran frescura” y los elementos no convencionales, que
se exhiben en dos vitrinas, piezas y objetos recopilados por JOSÉ ANTONIO,
otras creadas por la propia naturaleza y otros en los que el artista ha
intervenido sobre ellos posteriormente.
La regidora,
finalizó agradeciendo en nombre del Alcalde JUAN BAUTISTA ROSELLÓ, a SANTOS PASTRANA, haber aceptado la
invitación para exponer en esta Sala. Destacando el enorme esfuerzo y horas de
trabajo, de la personas que han llevado a cabo el complicado montaje, por las
dimensiones de algunas de ellas. Y agradecer a todos su asistencia a éste acto
de inauguración, en especial a aquellos que se han desplazado de otras ciudades
para acompañar hoy a JOSÉ ANTONIO, y a sus compañeros de la Asociación de
Artistas Alicantinos, así como a familiares y amigos”.
A continuación
tomó la palabra nuestro Vicepresidente PEDRO ORTIZ, quien con improvisadas,
breves y acertadas palabras manifestó su asombro por la espectacularidad y
calidad de la obra expuesta por SANTOS PASTRANA, y se congratuló de tener como
compañero a tan gran artista.
Y la apoteosis final del acto de presentación,
llegó con el relato exhaustivo y pormenorizado,
con el que un SANTOS PASTRANA de
riguroso negro vestido y tocado de uno de sus personales sombreros de la
bohemia decimonónica, nos contó su trayectoria artística y el significado que
habia querido darle a su exposición. Y cual la Sherazade de los cuentos de las “Mil y unas
noches”, logro el interés del público asistente, que boquiabierto escucho en
expectante y sonoro silencio, el largo cuento de una sola noche, que a ninguno
nos hubiese importado que durara hasta las “mil y una”, aunque los lumbagos
gritaran lo contrario. Y es que, PASTRANA, con su voz melodiosa e impostada, su
claridad de ideas y su aparente sencillez narrativa acrecentada por una bien
estudiada espontaneidad, es capaz, y asi lo demostró una vez más, de hipnotizar
a cualquiera. Y si además lo hace rodeado de las obras que lo acreditan (ahora
que por fin hemos conocido un buen número de ellas) como un artista completo y a un nivel
galáctico desconocido entre los pobres terrícolas que creemos ser artistas,
tenemos que decir, que en la tarde de hoy viernes 8 de noviembre, para los que
apenas conocíamos las tres o cuatro obras que ha expuesto en los escasos meses
que lleva con nosotros como asociado y compañero, ha nacido una estrella con
luz propia que le viene dada por algo tan sencillo de entender, y en lo que él
basa su complejo y multidisciplinar espacio artístico, como lo es
el trabajo constante, sin pausa y sin medida,
de un día y otro, de noches y días sin dormir, para cuando llegue la
“idea” te encuentre despierto y puedas hacerla realidad artística, con TRABAJO,
TRABAJO y más TRABAJO, como repitió una
y otra vez a lo largo de su magnífica disertación,
Y si además de
eso, se cuenta con un “equipo Pastrana” compuesto por seis o siete hombre,
también de negro vestidos y luciendo camiseta rotulada con la leyenda
“Pastranas tea”, incluidos dos fotógrafos de categoría técnica y artististica,
que dispararon mil y una veces, sobre todo lo que se movía en la Sala, y de un
equipo auxiliar de la importancia de su familia al completo, con una elegante y
exquisita esposa, una hija inteligente, vital y en la plenitud y belleza de sus veinte años
y un hijo, algo menor, pero ya un hombre que ayuda y colabora con su padre, comprenderemos
la efectividad de la parafernalia que rodeó a PASTRANA, en esta exposición
inolvidable para todos los que tuvimos la suerte y el acierto, de arropar a
nuestro compañero en la inauguración de una exposición, que, estando en una magnifica
Sala, merecería dar un salto a alguna de
las grandes de Alicante, para que el mundo artístico de la Ciudad, conociera al
singular artista que habita en San Vicente.
Y la guinda de
suculento pastel de una exposición por todos conceptos, INIGUALABLE, nos la
ofreció el artista y su equipo, con un bufet salado y otro de exquisitos dulces
marroquíes, elaborados por dos oriundas de ese cercano país, que trabajan para
los Pastrana, y que ataviadas con sus trajes típicos, nos ofrecieron te moruno
y unos dulces que, por lo artísticamente elaborados, parecían joyas de
orfebrería que daba pena y a la vez placer de llevárselos a la boca, paliado
por la música de fondo que un excelente
cantautor ponía para disimular la vulgaridad de la gula, a la que, por la
abundancia y exquisitez de las viandas, todos se dieron.
Carlos Bermejo
Benissa, 8 de noviembre de 2013.