<NUESTRO PRESIDENTE JUAN ANTONIO POBLADOR, SONRÍE DURANTE SU BIENVENIDA>
En la tarde de hoy martes,
ha quedado inaugurada la exposición colectiva de asociados, que con el título
“EL BODEGÓN, presenta sesenta y cinco obras relativas al tema, de otros tantos
artistas de nuestra Asociación.
Presidió el acto de inauguración nuestro
presidente JUAN ANTONIO POBLADOR, quien en su alocución de bienvenida, después
de agradecer su presencia a los más de cien personas que acudieron, pese a
procesiones y vacaciones, dijo aquello de “no hay mal que…”, porque le habíamos
dado la oportunidad a nuestros compañeros, de sacar a la luz pública con esta
exposición, esos bodegones que quizá dormían en el olvido, colgados en alguna
de las paredes de nuestras casas y que, “mira por donde, al verlos colgados en
la exposición, nos hemos dado cuenta de que no estaban tan mal”, y aún más, que
para nosotros mismos ha sido como un redescubrimiento,
ratificado por compañeros y público
asistente que se hacían lenguas de excelente calidad de la mayoría de ellos.
A continuación le dio la palabra al coordinador
de exposiciones y comisario de la exposición, junto a RAFAEL ESTELA, CARLOS
BERMEJO, quien su presentación dijo:
“Señoras y señores. Queridos
amigos y compañeros.
La exposición que inauguramos con el título de
EL BODEGÓN, es la segunda de las dos colectivas
organizadas para completar el calendario de exposiciones en nuestras salas,
debido a los motivos que ya expliqué al inaugurar la primera de ellas, que con
el título y tema de LA FIGURA, se clausuró el pasado viernes.
El bodegón, junto a la figura y al paisaje,
forma parte del trio temático principal
del arte de la pintura, y aunque no le damos la importancia que tiene la
figura, a la hora de considerar la valía técnica de un pintor al que no
consideramos como completo si no la domina, tiene muchas semejanzas con ella,
pues en la representación de los objetos, cacharros, productos comestibles,
floreros y flores, es imprescindible, (aunque no necesariamente en ciertos
bodegones modernos), sacarle el parecido
al producto u objeto representado y hasta su espiritualidad esencial como
ocurre con los bodegones de Sánchez Cotan o Zurbarán, que transcienden de la
materialidad.
Por tanto, el humilde y socorrido bodegón,
que todos hemos pintado al inicio de nuestro aprendizaje, cuando se
compone y se realiza con la técnica y el
arte que se refleja en la mayoría de
las sesenta y cinco obras que se
muestran en esta exposición que inauguramos hoy, podemos estar orgullosos de la
sublimación que los artistas le han dado a
sus bodegones. Aquí hay una rica variedad de técnicas y estilos varios,
que van desde el más puro clasicismo hasta el expresionismo más vanguardistas.
Y conviviendo todos en armonía expositiva, el conjunto nos da el más rico y
colorista calidoscopio de lo que son y de lo que representan éstas colectivas
en el panorama de la pintura alicantina y española, y del potencial artístico
que nuestra Asociación está logrando en base al creciente número de socios que
se disparó a raíz del cambio de sede.
Y entre
ellos nos llegaron una pléyade de artistas de reconocido prestigio a nivel
nacional e incluso internacional, que han hecho gala de humildad y generosidad
para con sus compañeros menos dotados, al no tener inconveniente alguno en
exponer con ellos y por tanto, en aportar su prestigio en beneficio de todos.
Eso habia que decirlo, y yo, como
coordinador de exposiciones, lo digo para que todos sepamos agradecer en lo que
vale y en lo que representa, el tenerlos como compañeros y alternar con esos
grandes artistas en estas colectivas. Y sé qué para ellos, el pertenecer a la Asociación, les ha
supuesto el ganar nuevos y buenos amigos y el enriquecimiento personal al que
toda persona de bien aspira en su trato con los demás.
Y ya y para dejar de lado las cuestiones
trascendentes, comamos y bebamos, y pensar que
mañana no moriremos porque quien crea arte vivirá para siempre en su
obra, aunque, tal como está el mercado del arte, el artista pueda morir de
hambre. ¡Pero eso será mañana, porque hoy, por lo menos, vamos a cenar con lo
que los artistas que exponen nos ofrecen a su costa!
Gracias.”
Terminado el acto, se hizo realidad lo de la
cena, pues cenaron todos y aun sobraron, si no los doce canastos del milagro de
la multiplicación, sí algunas bandejas de jamón y coca y alguna que otra botella
de Rioja, no sin antes producir el otro
milagro: el de “el don de lenguas”, pues todos coincidieron al
calificar como de “muy buena” la
obra expuesta y “largaron” hasta bien entrada la noche.
Carlos Bermejo
Alicante, 15 de abril de
2014
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