lunes, 4 de enero de 2016

EMOTIVA INAUGURACIÓN DE LA EXPOSICIÓN DE HOMENAJE PÓTUMO A NUESTROS COMPAÑEROS FALLECIDOS EN LOS TRES ÚLTIMOS AÑOS

 <NUESTRO PRESIDENTE, JUAN ANTONIO POBLADOR, DURANTE SU ALOCUACUCIÓN>
 <EL PUBLICO ESUCHANDO A LOS ORADORES>
 <CARLOS BERMEJO, PRESENTÓ LA ESPOSICIÓN Y GLOSÓ A SUS COMPAÑEROS MUERTOS>
 <EL DOCTOR JORGE ALÍO, AGRADECIÓ A LA ASOCIACIÓN EL HOMENAJE A SU PADRE Y AL  RESTO DE LOS COMPAÑEROS FALLECIDOS>
 <FELICIANA TRENOR, ESPOSA DE TEODORO MUÑOZ, SUBIÓ AL ESTRADO PARA AGRADECER AL PÚBLICO SU ASISTENCIA AL ACTO>





<LA PLACITA DEL ARTE, LUGAR DE DESAHOGO PARA LOS FUMADORES>

Con una nutrida representación de familiares, amigos y compañeros, en la noche de hoy lunes, se ha inaugurado en nuestro CENTRO DE ARTE,  la exposición de homenaje póstumo a los cinco de nuestros compañeros de Asociación, fallecido en los tres últimos años.
  Presidió en acto, nuestro presidente JUAN ANTONIO POBLADOR,  al que acompañaba en el estrado, nuestro secretarios y coordinador de exposiciones CARLOS BERMEJO, que actuó como presentador.
  En su alocución de bienvenida, nuestro presidente, dijo:
 “Hoy es un dia especial por ser una exposición de que quiere rendir homenaje a unos socios y amigos artistas que dejaron huella de su paso por la vida a través de sus obras, que hoy podemos contemplar en este CENTRO DE ARTE. Todos fueron compañeros dignos de ser  admirados  no solo por su faceta artística, sino por su gran calidad humana. Ellos son LUCIANO ALIÓ, TEODORO MUÑOZ, TERESA TORMO, SOLEDAD GARCIA y MIGUEL FONT, y aunque hoy no estan con nosotros, sus familiares y amigos queremos recordarles con mucho cariño el su paso por la Asociación y por nuestras vidas”.
A continuación, le pasó la palabra al presentador, quien en una alocución llena de sentimiento, pues los cinco fallecidos tuvieron una especial relación con él, dijo:
Queridos amigos y compañeros. Queridísimas familias de los cinco artistas a los que, a título póstumo, les dedicamos esta exposición que inauguramos hoy.
Se trata de un homenaje debido a quien fueron nuestros consocios y amigos, y que por ley de vida, dura y falta ley de vida para algunos de los que se fueron antes de lo que por ley natural pensábamos les correspondía, cuando aún tenían bastante que vivir y mucho que pintar, dejando familia, amigos e intereses y un imborrable recuerdo de sus vivencias entre los que fuimos sus amigos y compañeros.
Los cinco dejaron esta vida segados por la muerte, que actúa al azar y para la que valemos menos que esa hormiga que sin enterarnos pisamos al pasar. Uno de ellos, LUCIANO ALIÓ, llego a la senectud, vivió una vida plena  y dejó su obra artística hecha. Por el contrario, los cuatro compañeros que junto a él homenajeamos: TEODORO MUÑOZ, SOLEDAD GARCIA, TERESA TORMO y MIGUEL FONT,  no llegaron a la apacible senectud para haber gozado de una vida ya hecha en todos los sentidos, aunque si de una obra inacabada pero ya consolidada, como podéis ver en esta corta  antológica que ahora inauguramos.
   Los cinco practicaron  el realismo figurativo, cada uno con los matices que los identifican, pero sin excesivas concesiones a las modas del momento. Sus pinturas entroncan con lo mejor del Arte de todos los tiempos: el que viene del Renacimiento, pasa por Velázquez y arriba al impresionismo. Es decir, la pintura que estamos seguros perdurara en el tiempo, cuando el Arte deshumanizado que hoy nos invade, pase al rincón del olvido.
     Como todo creador, ellos trascienden de la muerte física y vivirán en la obra creada mientras el tiempo no la destruya, porque el artista no muere mientras su obra perdure.
 No busquemos a LUCIANO, a TEODORO, a SOLEDAD, a TERESA o a MIGUEL, en sus cenizas o en sus huesos, allí no están. Busquémoslos en estos cuadros que nos rodean. Ellos están aquí  en espíritu y yo diría que hasta físicamente. La moderna técnica forense podría sacar sus ADN, de la huella de sus dedos dejada al fundir los colores; de ese cabello, que ya empezaban a perder y que quizás quedo atrapado entre la pasta; del halito de su respirar cuando apacible o apasionadamente trabajaban en el cuadro. Ahí pueden estar  sus huellas físicas, pero ¿acaso importan las huellas físicas en la obra de Arte…? No mucho, si las comparamos  con la huella espiritual del artista que las crea. El sufrimiento y el gozo se aúnan en el proceso de creación, para desembocar en el sumo placer que se experimenta  cuando surge  la obra de donde solo había un lienzo en blanco. Y  esos sentimientos se quedan vagando para siempre, como  fantasmas buenos del castillo encantado del cuadro. Por eso yo os digo, que cuando sintáis añoranza de los buenos momentos vivido con las mujeres o los hombres singulares que fueron vuestros cónyuges, padres o familiares, miréis con detenimiento esos  cuadros que cuelgan en las paredes de vuestras casas y veréis, si las lágrimas os dejan, que ellos están  allí  para siempre, como también lo están para nosotros, sus amigos y compañeros de Asociación, que hoy estamos aquí para rendirles este merecido y sentido homenaje póstumo.”
  Al finalizar su alocución, propuso a los asistentes, guardar un minuto de silencio en memoria de los fallecidos, que fue fielmente guardado, mientras que  en los rostros de algunos de sus familiares afloraron lágrimas de sentimiento y nostalgia.
  Al finalizar el acto, un  aplauso unánime y sentido, entrono en  la sala, tras el cual, el presidente invito a los familiares que lo desearan decir algunas palabras. En primer lugar lo hizo el doctor y catedrático de oftalmología, JORGE ALIÓ, hijo de LUCIANO ALIÓ, uno de los fallecidos. Y lo hizo improvisando y a capela, un pieza de oratoria en la que brilló su elocuencia y el sentimiento, que suponía ser igual para todos los familiares de los fallecidos, aunque él lo hacía respecto a su padre, por el hecho de poder asistir a una antológica de los artistas fallecidos que no tuvieron la oportunidad de hacerlo mientras vivían. Oportunidad que agradecía de corazón a la Asociación de Artistas Alicantinos y a sus actuales rectores por la sensibilidad y el acierto de haber organizado esta exposición póstumas, que ratifica su opinión de  siempre manifestada, de la gran familia que constituye una Asociación de la que Alicante y los alicantinos estan orgullosos y cuya actividad en la promoción y apoyo de las Bellas Arte, es bien conocida por todos.
 Sus palabras, que este cronista lamenta por poder recordar con precisión y que no fueron grabadas, fueron premiadas con un aplauso sincero y prolongado.
 Luego, subió al estrado, nuestra compañera FELICIANA TRENADO, “Chana” para todos, esposa que fue y de cuya memoria es guardiana fiel, de TEODORO MUÑOZ, que se limitó a expresar su agradecimiento a todos los asistentes al acto, y no pudo decir mucho más pues se le quebró la voz y las lágrimas inundaban su rostro.
 El acto finalizó, con unos roscos de vino y anís, y el conocido y popular moscatel del Campo de Cartagena.
Carlos Bermejo
Coordinador de exposiciones  y comentarista de la AAA
Alicante, 4 de enero de 2016 

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