Momentos antes de la inauguración
Los artistas ante el cartel anunciador
Dos de las fotografías que presentó Ana Hidalgo
Dos obras de Julio Escribano
Inmaculada García, comisaria de la exposición durante su alocución.
Marisa González, también comisaria saludando a los asistentes
Julio durante su presentación
Ana durante su discurso
Tranquila y relajada una vez finalizada su lectura
Vista parcial del público asistente
Con un grupo de amigos de la Asociación
Con Francisco Gallego, Juana López y el "consuerte" de Ana
Con Carmen Jaen y el Presi que tampoco quiso perderse la foto
Con las comisarias de la exposición
Esta tarde lunes 9 de marzo de 2020, me
acerqué a la sala de exposiciones de Ámbito Cultural de El Corte Inglés
de Alicante para ver la exposición fotográfica de Julio
Escribano & Ana Hidalgo que ha titulado en inglés Street & Water
(calles y aguas para los cristianos) Julio es Street y Ana es Water. Pensaba
que era una más de las exposiciones habituales, pero nada más equivocado,
puesto que nada más entrar me llegó un
no sé qué intuitivo de arte fotográfico del mejor. Que es en lo que se ha
convertido la fotografía: ARTE.
Con
una sala totalmente llena de público, amigos, artistas y conocidos, más media
Asociación de Artista Alicantinos, con Fernando
Mateo, presidente la dicha Asociación con su pesada cámara de fotos en mano
de la que también es un maestro, a Loles
Guardiola vicepresidenta y pintora, y Juan
Antonio Poblador presidente de honor vitalicio de nuestra querida A.A.A, no
faltaron personalidades de la cultura como María
López Iglesias, presidenta de la Fundación Jorge Alió, y otros amigos y
curiosos. Que no puedo citar a todos porque em me puede olvidar a algunos.
A las 19.00 h. se inauguró el acto por la
comisaria de la exposición Inmaculada
García, reconocida fotógrafa y Licenciada en Bellas Artes, que presentó a Ana Hidalgo y a Julio Escribano como
representantes de un ciclo nuevo en la fotografía, cada uno en su estilo, Ana
como investigadora de la luz en flores llevadas al macro con un estilo propio
destacado, a Julio como reportero y testigo de ciudades como Nueva York, La
Habana, México, Berlín… a las cuales ha viajado para traernos las estampas de
la vida cotidiana de esas calles y sus gentes variopintas. Tras la presentación
de la comisaria hablaron Julio y Ana para exponer sus trabajos y dar las gracia
a los asistes, y ofrecer un vino de honor.
Tuve ocasión de entrevistar a Ana Hidalgo, que ha llevado diez
fotografías, quien me estuvo explicando que había usado el macro para
fotografiar flores, hojas con hielo, agua (Water) y sobresaliente cristales.. Ella
ha dirigido 4 Ciclos fotográficos en la Asociación por donde han pasado los
mejores y más destacados fotógrafos alicantinos. El color de sus fotos vibra
con fuerza propia como corazones latiendo de luz.
También pude departir con Julio Escribano que ha llevado once
fotografías en blanco y negro de las calles de ciudades que ha visitado (de
aquí el título Street), son escenas de la vida cotidiana de las ciudades que ha
visitado, porque para ser testigo del tiempo, modas y estampas hay que viajar,
hace miles de kilómetros para robarle a estas ciudades sus imágenes y traerlas
ante nosotros. Los reportajes con testigos del tiempo que se podrá amarillo
sobre nuestra fotografía.
Pero
como he comentado en alguna otra ocasión: las buenas fotografías no las hacen
las buenas cámaras, sino los buenos fotógrafos, esos jinetes de las digitales en
este concepto introspectivo del ver el mundo con ojos propios y diestras
observación. Porque la foto-arte como las obras de pintura han de destacar por:
su estilo personas, es decir que sin ver el nombre del autor hemos de reconocer
sus obras.
No
quiero extenderme más en mis conceptos retóricos, y es mejor que el lector deje
de leerme y vaya a Ámbito Cultural y vea y se deleite con Street & Water
(quedará pegado a la fotos como una calcomanía). Recomiendo ver esta exposición
que permanecerá en la sala haya el 24 de marzo, no se la pierdan, el impacto
está asegurado por estos dos gran de la fotografía, porque muchos son los llamados
y pocos los elegidos. Las fronteras están ahí pero para la mayoría son físicas
y para otros invisibles. Ahí está la fotografía puesta en pie resistiendo a los
vendavales del tiempo y contra el coronavirus eso que nos impide saludarnos con
un beso a las mujeres o con un apretón varonil de manos a los de nuestra mismo
sexo, eso de saludarse con el codo, como moda espero que sea pasajero, por bien
de la comunicación y de la hermandad.
Escritor, poeta y
pintor