viernes, 23 de octubre de 2015

PINAZO CAMARLENCH, PINTOR VALENCIANO Y ESPAÑOL MOTIVÓ LA ASISTENCIA MASIVA A LA TERTULIA DE LOS JUEVES DE HOY

<de izquierda a derecha PEDRO ORTIZ,MARÍA ROSA AZORÍN Y RAMÓN RODRÍGUEZ, LOS TRES PILARES QUE SOSTIENEN EL PROFUNDO ENTRAMADO DE LAS TERTULIAS>













El valenciano IGNACIO PINAZO CAMARLENCH, es junto Francisco Domingo y Joaquín Sorolla, un trio de ases de la pintura valenciana que, como dice su himno regional, ofrecieron sus glorias a España y por ende a la pintura europea que se hacía a caballo de la segunda centuria del siglo XIX y primer tercio del XX.
  Los tres estudiaron Bellas Artes en la Academia de San Carlos de su ciudad natal, estuvieron becados en Roma  y fueron reconocidos como grandes pintores en su tiempo;  ganaron dinero y  fama, numerosas medallas en las Exposiciones Nacionales y honores académicos y los tres lograron entrar en el Prado con sus pinturas.
  En cuanto a la fama y al reconocimiento actual de su pintura, Sorolla los ha eclipsado a ambos, debido a su encuentro en Londres con el mecenas norteamericano míster Huntington y a sus encargos para la Hispanic Society.
  Sin embargo, en la sesión de hoy de LA TERTULIA DE LOS JUEVES, reunida en nuestro CENTRO DE ARTE con la asistencia de cuarenta y dos contertulios, la opinión generalizada ha sido,  que en el dominio de la  técnica  y en la modernidad de su pintura, PINAZO CAMARLENCH fue superior a sus dos colegas en cuanto a la natural evolución de su pintura hacia la  modernidad, tras sus periodos de clasicismo historicista impuesto por las instituciones que lo becaban, el impresionismo más o menos larvado de su segunda etapa, hasta llegar al expresionismo abstracto de algunos cuadros de pequeño formato, en los que se desmelena deformando la figura por medio de la mancha vibrante y abocetada, dejando intencionadamente sin cubrir grandes espacios del lienzo o de la tabla y trazando gruesas líneas en negro, que no delimitan  nada y dejan supuestamente inacabado el cuadro para que sea el ojo de  espectador  quien se lo muestre al cerebro para que lo reconstruya y termine. Y esas obritas que para él eran las más genuinas de su sentir, han resultado ser para la crítica y los gustos por donde se mueve la pintura hoy, lo más original, representativo y   valioso de su obra. ¡”Cosas veredes amigo Sancho, que non crederes”!
 En cuanto a la tertulia, que decir cuando la asistencia nos habla del interés que suscita y vemos como se desborda el cauce que delimita el  ya famosos sofá granate. ¡Pues eso: que algo se estará haciendo bien!
   Y el próximo jueves, día 29 de octubre, no hablaremos del Gobierno (que eso esta vetado) sino del pintor barroco y rococó  francés, ANTOINE WATEAU.
Carlos Bermejo
Comentarista de la AAA
Alicante, 23 de octubre de 2015



                                                                       ANTOINE WATEAU