No seré yo quien
opine del cuadro, que según su autor: “esta obra tiene la dificultad añadida de que inspirada en
la figura del Salvador de Orihuela, la cual desde el punto de vista de la imaginería
es de muy pobre factura, me vi en la obligación de tener que mejorarla, para
que resultase mínimamente digna y presentable” y “me representó muchos trabajos
y gastos, que yo realicé con el mayor mimo y diligencia, pues hubo que
realizarla a contra reloj, para dejar en buen lugar a la Asociación y a mí
mismo”.
La
obra, que actualmente cuelga ubicada en la sala de “Los canónigos” en la
Concatedral de San Nicolás y puede ser visitada por el público, fue donada por
su autor y expuesta en la Santa Misa solemne
y ante todo el Cabildo catedralicio, con la que se abrieron los
actos del aniversario, y aceptada por el señor obispo quien en su alocución dio
las gracias a su autor PEDRO ORTIZ.
Hasta
aquí la versión “de parte”, de esta HISTORIA
DE UN CUADRO QUE NO ESTUVO NI EN EL
MOMENTO NI EN EL LUGAR ADECUADO, y ahora sí, está a la vista todos los que
quieran verlo del natural en la Concatedral de San Nicolás y colgado en esta
blog para satisfacción de su autor.
Por lo demás, “doctores
tiene la Iglesia”.
Carlos Bermejo
Secretario de la AAA.
28 de agosto de 2014
28 de agosto de 2014