SOL PÉREZ
Las artistas
Sol Pérez y María Jesús Soler, de largo y versátil recorrido plástico,
presentan en el Museo del Mar, en el Castillo fortaleza de Santa Pola, la
exposición: EL MAR ES… Este título
abre un campo de posibilidades expresivas muy sugerentes respecto a lo que
implica el mar, no sólo como elemento de la naturaleza a contemplar, sino por
los sentimientos y registros que despierta y contiene: los fondos marinos, sus
movimientos, lo que sucede en él y las numerosas identificaciones personales y
sociales que desde él se derivan. Por ello, sería apropiado decir que el
titulo: EL MAR ES… hay que entenderlo como una amplia
aproximación a la naturaleza de las cosas que, en el caso de esta exposición,
se detiene en la mirada singular y conjunta de dos artistas: Sol Pérez y María
Jesús Soler que, desde un punto de vista personal y emotivo, acercan a los
espectadores a un diálogo con la obra, siendo sus medios de expresión la
cerámica, las instalaciones, la pintura…
El
mar es un horizonte de procesos migratorios, así como también es un lugar de
tránsito y él mismo transita, pasa, baña… diferentes lugares. Recoge miradas
diferentes de también diferentes personas, ciudades, pueblos, continentes…
Asimismo, como agua que es, se nos muestra en su aspecto cósmico: espejo de la
tierra, de los seres humanos y del cosmos. El Mar es un sugerente creador de
metáforas a partir del cual se trasciende la propia subjetividad para
compartirla con los demás.
Sol
Pérez y María Jesús Soler, como mujeres mediterráneas, incorporan a su discurso
plástico la fascinación que sienten por
él y las derivas que de él emergen. no
siendo ajenas a todo lo que el mar es,
sugiere y significa, En este sentido, nos identificamos con las palabras de
Juan Gil Albert que, al hablar del mar dice: “Yo soy, mar,
lo que tienes y te falta. Mírate en mi y verás como cambiante cual tu color, mi alma vive
presa del mismo maleficio.
La
muestra estará compuesta por obras de distinto signo según cada autora:
cerámicas, instalaciones, pintura y obra gráfica. Ello no supone dispersión
alguna, pues de lo que se trata es de crear un conjunto lleno de armonía en el magnífico espacio de la Sala del Museo
del Mar, que brinda la posibilidad de realizar diferentes trayectos visuales.
TEXTO: María Jesús Soler