<MIGUEL ÁNGEL FRANCO, DIRIGIENDOSE AL PÚBLICO>
<JOAQUIN SANTOS, "A CAPELA", EXTASIANDO AL RESPETABLE>
<APLAUSOS PARA TODOS>
<ROSEND FRANCH, EMOCIONADO, AGRADECIDO Y TAN HUMANO Y SENCILLO COMO SIEMPRE>
Por diversos motivos que no viene al caso, llevaba algunos meses que no acudía al Casino Mediterráneo, para asistir a alguna de las excelente exposiciones que en ese tiempo han pasado por la Sala Stefan del espacio “Art al casino”. Anoche tuve la oportunidad y el placer de asistir a la inauguración de una retrospectiva de nuestro querido compañero ROSEND FRANCH, que presenta más de una treintena de sus mejores obras y algunas nuevas acuarelas que no le había visto y que considero que son de lo mejor que ha salido de su ya veterano pincel. Pero además de eso, que es lo más y el motivo por el que nos reunimos en el reordenado y ampliado espacio expositivo del Casino, tuve el doble placer de escuchar a un artista de la palabra sencilla, ajustada en tiempo y lugar, perfecta de dicción, de tono y de intención y tan descriptiva como para hacernos ver en imágenes verbales, como si de un breve y encantador cuento de los hermanos Grimm se tratara, la historia de la formación como pintor de un campesino tarraconense, que impelido por un hermano superdotado en el tema, paso del comic a la pintura y se convirtió en un pintor de oficio y tan versátil en su técnica como para tocar todos los temas: se trataba del inigualable narrador de historias bien preparadas y mejor improvisadas, JOAQUÍN SANTOS, que actuó de presentador de su viejo amigo FRANCH.
Y luego, el de escuchar a un diplomático por naturaleza e inteligencia, reconvertido en Director Comercial de un Casino de juego y devenido en impulsor y degustador de arte, como lo es nuestro buen amigo MIGUEL ÁNGEL FRANCO, que abrió y cerró el acto protocolario, con su habitual brevedad, elegancia y chispa, como para agradecer al artista la deferencia de utiliza la sala que el Casino le ofrecía para exponer, arrancar al respetable la media sonrisa necesaria para romper el hielo de lo formal e invitarles a degustar el clásico y abundante lunch y a pasarse por el piso de arriba, que es el lugar donde el azar, aliado con el Casino, reparte el dinero.
Lo dicho. Una noche placentera vivida en el Casino del puerto, y una exposición que es necesario ver para todos los amantes de la buena pintura impresionista.
Carlos Bermejo
Alicante, 12 de abril de 2012