(Escrito de Carlos de Villaelena en el catálogo de esta exposición)
La temática de MARÍA JESUS RODRIGUEZ MARIN, es el paisaje en
todas sus manifestaciones. Ella, a mi entender, ha tenido el acierto de
especializarse en ese tema esencial de la pintura, que los impresionista
llevaron al protagonismo en sus cuadros, y con el óleo como medio y la espátula
como herramienta, viene realizando una
obra bien estructurada en su composición, donde la materia se aplica con
generosidad y se funde en ricas manchas de color, sin que el fundido llegue a
enturbiar ni a agrisar el color ni a quitarle fuerza al contraste, que consigue
con un par de simples dúos, en los que el rojo-verde, amarillo-azul predominan.
Con esos pocos colores, bien quebrados y
dosificados en la superficie del cuadro, Ticiano fue considerado como un gran colorista. MARÍA JESUS, sigue
sus pasos y, salvando las distancias, también la podemos considerar como una
buena colorista, que sabe o intuye que la riqueza del colorido emana del
contracte de color y del tono, más que de la cantidad de los que se usen.
Con
esos mimbres, que muchos para si quisieran, MARIA JESUS, pasito a pasito, sin
prisa pero sin pausa, esta creando una obra de singular expresión y estilo, con
la que ha encontrado personalidad pictórica propia y lugar al sol de
exposiciones y concursos, en los que suele ser seleccionada y premiada como
reconocimiento a sus méritos.
Carlos de Villaelena
Crítico de Arte