ASÍ PINTA BLANCA MOYA
(DESPUES DEL INCENDIO) ACUARELA
(TÍMIDA PRIMAVERA) ACUARELA
(INVIERNO GÉLIDO ) ACUARELA
Con motivo de una exposición que BLANCA MOYA hizo con su hermano Santiago, en el Colegio de Enfermería de Alicante, escribí de ella las palabras que más adelante transcribo, por seguir opinando lo mismo, sobre ella y su pintura.
Blanca, no es
nueva en esto del arte. Desde que se reconoce, se ve, como ella me ha dicho,
con el lápiz en la mano. Luego se inició en la pintura y eligió para expresarse
la técnica del pastel. No sé, si porque era golosa o porque alguien le regaló,
un día de sus cumpleaños, una caja de pasteles, (de los de pintar, se
entiende), y con ellos se inició en la pintura propiamente dicha. Después pasó
al óleo y ahora está en la fase de experimentar con otras técnicas. Entre ellas
la de la acuarela, en la que, a mi modesto entender, está consiguiendo efectos
de gran calidad, al dejar correr el agua en libertad, sin llevarla canalizarla por la rigidez del dibujo previo.
Ese es el camino, por el que transitan los maestros en esa técnica tan difícil
y no lo suficientemente valorada.
En cuanto al
tema y al color con los que se expresa, en sus obras prima la imaginación
creadora, tanto si trata el paisaje real o soñado, o la figura, siempre idealizada.
Ella no se conforma con reflejar con mayor o menos realismo lo que ve, sino que
transforma lo que ve, pasándolo por el tamiz de sus sueños y lo convierte en
“la realidad inventada”, que es la que distingue al artista del artesano.
Y no podía
expresarse de otra forma, quien es la síntesis del temperamento artístico:
hipersensible, temperamental, perfeccionista, tímida, insegura y a la vez
decidida, femenina, muy femenina. Agítense en la coctelera del arte, todos
estos calificativos y tendremos el exquisito
coctel Blanca Moya, una artista
en auge y una mejor persona.