<CARLOS BERMEJO PRESENTÓ A CAROLINA Y A SU OBRA>
<ASPECTO DEL PÚBLICO DURANTE LA PRESENTACIÓN>
<NIETOS, HIJAS, YERNOS DE CAROLINA ESCUCHAN ARROBADOS LAS PALABRAS DE SU QUERIDA Y ADMIRADA ABUELA>
<JOSÉ ÁNGEL CASTEJÓN, ESPOSO CONSUERTE DE CAROLINA RÍE CON SUS PALABRAS>
<CAROLINA DURANTE SU ALOCUCIÓN DE AGRADECIMIENTO>
<CAROLINA DESPERTÓ LA SONRISA DE POBLADOR Y DE BERMEJO>
<LA PRESIDENCIA EN EL ESTRADO>
<LOS CORRILLOS DURANTE EL PISCOLABIS>
<CAROLINA CON ESPOSO, HIJOS, YERNOS Y ALGUNOS DE SUS DIECISÉIS NIETOS>
<por la izquierda ANA MAS, ANA MARTINEZ Y LOLY GONZALEZ DE MATA, GUAPAS Y ARTISTAS>
<por la derecha SERRALTA, GÓMEZ ZARAGOZA, BERMEJO Y LUJÁN>
<NUESTRAS ARTISTAS(por la derecha) SUNY, TERE, BEGOÑA, INMACULADA, ÁNGELA, ROSER Y CRISTINA, INTELIGENTES, GUAPAS Y ARTISTAS>
<CARMEN RUBIO Y JULIO ESCRIBANO DOS PUNTALES EN EL SOSTENIMIENTO DE LA ASOCIACIÓN: VOCALES, PINTORA-SECRETARIA Y FOTOGRAFO DE LOS BUENOS>
Con la asistencia de un buen número de familiares,
amigos y compañeros, en la tarde-noche de hoy miércoles, se ha inaugurado en
nuestro CENTRO DE ARTE, la exposición titulada “LA NATURALEZA EN TODO SU ESPLENDOR”
en la que nuestra compañera CAROLINA DE LA ENCINA presenta una treintena de sus
últimas obras.
Presidio el
acto de inauguración nuestro presidente JUAN ANTONIO POBLADOR, quien en sus
breves palabras de bienvenida y salutación, tuvo palabras de agradecimiento
para los asistentes al acto, y de elogio hacia la obra expuesta, fruto del trabajo de una artista experimentada y de
larga trayectoria en la pintura, como lo era CAROLINA DE LA ENCINA, quien con
su esposo José Ángel Castejón, forma una pareja de artistas envidiable, pues si
ella pinta él es un auténtico erudito cultural que anima las tertulias de los
jueves e imparte charlas y conferencias sobre sus muchos saberes como
historiador especializado en Bellas Artes. “Todo un lujo para nuestra
Asociación a la que ambos pertenecen.”
A
continuación y para presentar a la artista y su obra, intervino CARLOS BERMEJO,
coordinador de exposiciones y buen conocedor de la persona y aún más de la obra
de Carolina, de la que dijo:
“Señoras y señores. Queridos
amigos y compañeros. Hace ya cerca de tres años que CAROLINA DE LA ENCINA, no
habia expuesto de forma individual en nuestra sala. Es decir, que vuelve con
tres años más de experiencia en su mochila como dicen hoy los modernos, algo a
lo que los clásicos llamamos bagaje técnico, fruto de un trabajo apasionado y
apasionante, que para ella es igual pues la aventura de pintar no la entiende
sin que la emoción creativa no le invada en cuerpo y alma y de ahí que su obra
surja desigual en tema y estilo en función de sus estado emocional. Que
pretendo decir con esto, pues que en la obra de CAROLINA, no vamos a encontrar
un estilo definido que la identifique, porque ella huye de encasillamientos y a
cada cuadro le pone lo que a su saber y entender cree que necesita, sin
constricción alguna que la limite a la búsqueda de crearse un estilo propio
como hacemos la mayoría de los pintores. Por ello, la veremos que un dia se
levanta impresionista y pinta bucólicos paisajes con sus casita y su canesú, a
base de empastes medios y más pincel que espátula; otro se despierta peleona,
con ganas de comerse el mundo y a base de expatulazos cargados de materia se
transforma en expresionista y en poco más de una mañana termina un cuadro lleno
de vitalidad pictórica, generalmente un paisaje, nada que ver con la pintura
dulce y acaramelada que algunas féminas practican, que grita con la fuerza de
la pasión con la que ha sido creado; pero otra mañana – supongo que siempre
comienza a pintar por la mañana- se levanta nostálgica y sentimentaloide y en
medio de un paisaje neoimpresionista con toques puntillistas, te planta una
exótica y sofisticada dama decimonónica paseando entre un mar de flores, o a
una de su infinitas nietas mirando a una mar de olas ligeramente empenachadas
de espuma, con un plano de azul en el que se reflejan nubes desgarradas con
claros por los que se asoma el azul que pone color al plano de la mar en calma,
y en lontananza una franja longitudinal de costa apenas esbozada. Poca cosa,
escaso tema, y sin embargo la figura de la niña le infunde una serenidad
especial que nos recuerda a aquellas niñas de Javea o la Malvarrosa que Sorolla
inmortalizaba mirando al mar soñé… Y es luego cuando al regreso de uno de sus
innumerables periplos viajeros, y sin más referencia que una foto que tomó en
el parque de una ciudad del norte europeo, el espíritu del sauce llorón al
borde un estanque mirándose en el opaco espejo de aguas mansas verdinegras, le
inspira un paisaje pleno de sensualidad emocional y estética que toca la
sensibilidad del buen degustador. Pero en contra de lo que haríamos otros, ella
no sigue esa línea y de un día para otro, se lanza a experimental y con la
fiebre creadora al límite, realiza un gran formato a lo Kandisky en el color
pero sin una sola línea resta y si lleno de sensuales curvas rubenianas en las
extrañas flores que constituyen el tema, tema en el que se compendia su
inquietud creadora, y como ella dice, quizá en ese nuevo estilo discurra su
futuro en el arte. Algo que está por ver, pues su batiburrillo estilístico
tomado de aquí y de allí como fuente de inspiración, no es ni más ni menos que
el estilo de CAROLINA DE LA ENCINA, pintora que se caracteriza por no tener ni
pretender tener estilo, porque como alguien dijo ”el estilo soy yo”, ella es
asi, me lo ha dicho muchas veces, y difícilmente va a cambiar, aunque no
imposible, pues pese a su dulce apariencia de mujer muy femenina que no
feminista, tiene carácter y recursos técnicos para darle un vuelco a su “no”
estilo y en la próxima exposición darnos la sorpresa. Por lo pronto, aquí está
el fruto los últimos tres años de su placentero trabajo en la soledad y el
silencio de su ordenado estudio y tengo que decir que me gusta, como espero que
os guste a quienes esta tarde tenéis la deferencia y el placer de acompañarla
en su aventura de mostrar en público y al público lo que su mente ha generado y
su saberes pictóricos, que no son pocos, ha realizado para satisfacción propia
y si es posible para quienes visiten la exposición que estará abierta hasta fin
de mes. Gracias.”
Para finalizar el acto, tomo la palabra
CAROLINA, quien expresó su agradecimiento al presiente POBLADOR por sus palabras y al coordinado y presentador
por lo que habia dicho de ella y de su obra, que coincidía bastante con lo que
ella pensaba de sí misma, en cuanto a su manera de trabajar apasionada y poco
dada a encasillarse en un tema o en un estilo, pero que entendía, aunque le
gustara hasta el punto de haberse emocionado, que Carlos se habia portado con ella más que como critico
como amigo en lo que respecta a la valoración de su obra. Que ella pinta lo que
en cada momento le inspira y siente, por lo que no se ajusta a ningún criterio
preestablecido y solo por sentir el placer de hacerlo y de sacar a la luz un
cuadro de donde solo habia un lienzo en blanco, algo que le apasiona y la
motiva y tambien el ver colgada su obra para ser juzgada por los demás y si es
posible transmitir a espectador algo de sentimiento que ella habia experimentado
mientras la realizaba.
Finalizó agradeciendo su presencia en acto de inauguración,
a amigos y compañeros de Asociación y los miembros de su familia, por el apoyo incondicional que le prestan, en especial
a su esposo, que la estimula con su opiniones y siendo como lo es, experto en
arte, es benévolo en sus juicios críticos y prodigo en alabanzas cuando estima que
ha conseguido un buen cuadro.
Finalizado el acto protocolario la artista a
sus expensas ofreció a los asistentes un dulce piscolabis regado por el rico
moscatel del campo de Cartagena, mientras que FERNANDO MATEO, disparaba a todo
aquel se ponía ante su cámara, para dejar constancia gráfica del
ambiente de la segunda individual en nuestras salas de una excelente artista
como lo es CAROLINA DE LA ENCINA Y CAÑIZARES.
Carlos Bermejo
Coordinador de Talleres de la AAA
Alicante, 17 de mayo de 2017
50 FOTOS DE FERNANDO MATEO
50 FOTOS DE FERNANDO MATEO