Querido Carlos, familia Bermejo, amigos,
y compañeros.
Hoy no pretendo dar ningún discurso al uso, pero si hablar con el
corazón.
Mi querido amigo Carlos y resalto lo de querido y lo de amigo, porque te
considero de corazón las dos cosas.
Desde el dia que sin apenas conocernos, allá
en la Sede de Garcia Morato y ante la indignación y desconcierto en la que estábamos sumidos, sin rumbo y sin
tener conocimiento de los fondos en las cuentas de la Asociación ni de lo que
se ingresaba, fue ese momento que confiando el uno en el otro, formamos el tamden
hasta nuestros días.
Dando una pincelada rápida, conseguimos
con tu gran ayuda fuerte como una roca, cambiarnos al otro centro Avda. de Maisonnave, sin un duro, partiendo
de cero y con un local más caro y que necesitaba reforma. Fue entonces cuando
tuvimos el atrevimiento y feliz idea de pedir a los miembros de la Junta
Directiva de entonces adelantar el dinero para la financiación de las obras,
recuperándolo poco a poco con las cuotas y nuevos socios y empezar a luchar con
las entidades oficiales y bancarias para
conseguir cubrir esa deuda.
Una vez cumplido el objetivo y como la sede se quedaba pequeña, propuse
con tu ayuda una nueva locura, trasladarnos a un local céntrico y más grande,
con oficina, almacén, taller de dibujo y pintura y mucho más caro y
con una reforma integral, que es el que tenemos en la actualidad. Todo esto lo
cuento porque yo no me hubiera aventurado, sin el apoyo incondicional de este
GRAN hombre, Carlos Bermejo, que con su gran trabajo día a día, con su férrea
voluntad, sus dotes de mando militar, su equilibrio y gran honradez para mirar
por los gastos, por su gran ingenio para poder cobrar, clases, presentaciones,
inventar exposiciones cuando el calendario estaba vacío y sobre todo algo que
nunca le podremos pagar, su cariño y dedicación plena a esta Asociación, ocupando
su tiempo libre y sacrificando a su maravillosa familia, para invertir horas y
horas en el “estudio-palomar”, renunciando muchas veces a siestas y horas
sagradas de sueño.
Querido Carlos y familia Loli y Elena nos gustaría que este día se quede en el recuerdo, como algo que ya no podáis
olvidar para el resto de vuestros días. Os
damos las gracias por vuestra gran generosidad en comidas y cenas y en fiestas tales como “EL DÍA DE LOS NENUFARES “LA NOCHE DE LA MÚSICA, EL CANTO Y LA
DECLAMACIÓN”
Solo me queda la preocupación, de quien y como se hará cargo de
este puesto de tanta responsabilidad que
has sabido llevar con timón firme, cuando el próximo mes de marzo habrá nuevas
elecciones y nos despidamos de los doce años que hemos tenido el honor de
dirigir y presidir esta querida Asociación.
Que Dios te guarde muchos años para seguir disfrutando de tu humanidad.