Reseña sobre el pintor Antonio
Fillol Granell, que será tema de debate en la tertulia del jueves 7 de Junio de 2018:
Antonio Fillol nace en Valencia en 1870 y
fallece en Castelnovo (Castellón en 1930), se formó en la Escuela de B.B.A.A.
de San Carlos de Valencia, con Ignacio Pinazo. Fue gran admirador de Sorolla,
es conocido por sus obras de carácter costumbrista y regionalista, pero sobre
todo se destaca y diferencia de otros coetáneos suyos, por su marcado carácter
naturalista. Considerado como el pintor más polémico y radical del naturalismo
valenciano.
Antonio Fillol, fue un pintor muy apreciado en
su época, pero la Historia ha sido, como tantas veces, una vez más muy injusta
con él. Su maestro Pinazo y el gran Joaquín Sorolla le han hecho mucha sombra y
todavía permanece, salvo para los estudiosos del arte, injustamente olvidado y
desconocido por el gran público, pese a ser un grandísimo pintor. Era un ávido
lector de autores naturalistas como Emilio Zola o Balzac, fue uno de los
pintores valencianos más cultos de su generación, hombre de origen humilde, que
utilizó su pintura para hacer denuncia
social, de las desigualdades entre clases sociales y de los
padecimientos de los más humildes y desheredados, y claro está, que esa
temática, que plasmaba en sus cuadros, no eran siempre del agrado de la crítica
o de los jurados (cargados de prejuicios sociales). Como ejemplo de esto
último, su obra “La bestia humana”, donde se observa una prostituta llorando,
mientras otra mujer, le reprende por querer
echarse atrás en el último momento, y el cliente esperando para llevar a
cabo la transacción sexual. Con este cuadro, en la Exposición Nacional de 1897,
ganó la segunda medalla, pero nunca
recibió la recompensa económica que llevaba aparejada el premio, “porque el
jurado consideró, que el tema que
abordaba era poco noble”, gran
injusticia y felonía….
Sus retratos eran sicológicos, también pintó
paisajes de estilo impresionista. Evolucionó hacia el modernismo,
haciéndose más patente en su paleta, los
azules, malvas y amarillos tiñendo sus composiciones, adaptando un aire más
poético y melancólico.
Nunca llegó a desarrollar del todo su
potencial vanguardista.
A pesar de todo, Fillol tuvo su clientela,
entre ellos, varios críticos de pintura
y sobre todo un mecenas, el rico industrial valenciano Francisco Pastor,
habitual participante en las tertulias republicanas de la época.
En resumen, un interesantísimo pintor, digno
de ser comentado y reivindicado en nuestra tertulia de arte.
Pedro Ortiz
AUTORETRATO
LA BESTIA HUMANA
LA GLORIA DEL PUEBLO