ELÍAS GARRALDA ALZUGARAY CRÓNICA DE LA TERTULIA DEL JUEVES
21-11-2019
Ayer tarde tuvimos
el placer de debatir y analizar sobre el pintor navarro Elías Garralda, que
nació en Lesaca (Navarra) el 16/02/1026 y falleció en Olot (Gerona) en 2012 a
los 86 años.
Desde pequeño tuvo
una gran afición e inclinación por el dibujo y la pintura, entonces su padre lo
matriculó en la Escuela de Artes y Oficios
en Pamplona, pero la enseñanza recibida allí le decepcionó porque era
demasiado clásica, basada en copias y dibujo de bustos de yeso.
Pero una
circunstancia en principio adversa, como fue la Guerra Civil, iba a ser, de
forma paradójica providencial, totalmente a favor de sus aspiraciones para
desarrollarse como artista.
Su padre Demetrio y
su familia tuvieron que exiliarse a Bayona en Francia y posteriormente a
Biarritz, el padre. terminada la guerra, puede volver a España para ejercer
como maestro , pero le imponen como destino Olot, que en aquellos momentos
estaba considerada como el equivalente
de la Escuela de Barbizón en España, y allí es donde Elías cursa Bellas Artes y
entra en contacto con gran número de pintores que le aconsejan y se forma como
un gran paisajista, estaba fuertemente enamorado de la naturaleza y de los
paisajes del Pirineo, de la montaña de sus bosques y de aquella comarca de la
Garrotxa, le gustaba salir a pintar al aire libre e impregnarse del ambiente de
aquellos paisajes tan bellos y espectaculares. Con un oficio muy bien
aprendido, gran dominador del dibujo y del cromatismo y los contraluces, supo
plasmar con gran habilidad toda aquella belleza que le rodeaba, realizando
obras muy elaboradas con un resultado de espectacular belleza, resultando uno
de los pintores paisajistas más destacados de la Escuela de Olot, sus cuadros
nos hablan de un canto a la naturaleza, en sus diferentes formas y
manifestaciones climáticas y de la flora, tanto que se puede decir que era como
un pintor en cierto modo que estudiara la botánica del lugar.
En definitiva, un
gran maestro del paisaje, del que siempre sacaba belleza, aunque fuera de temas
prosaicos, que nadie hubiera dado importancia o hubiera reparado en ello, él lo
plasmaba con tanto arte y oficio, que hacía una bella obra digna de admirar por
su maestría en su ejecución, con sabias pinceladas sueltas, pero con mucha
elaboración y cuidando mucho la
composición, los primeros planos, los segundos y los fondos para darles profundidad.
Así pues con este
gran pintor la tertulia estuvo muy gozosa y participativa con opiniones
plurales, pero que en términos generales
todos disfrutamos y las controversias se dieron, pero fueron mínimas,
sólo cuando entramos en un plan de disección exquisita de sus obras, pocas
discrepancias ante la belleza indiscutible de sus obras, con las que pasamos un
rato muy agradable.