. " BELCHITE: UN PASEO POR LA MEMORIA"
Con una buena asistencia de familiares, amigos y colegas de Asociación, en la noche de hoy jueves, se proyectó en nuestra sala el fotomontaje de SANTIAGO MOYA, titulado “Belchite: un paseo por la memoria”. Presentó al autor, el Coordinador de Talleres Carlos Bermejo, que lo hizo con la siguiente alocución:
“Santiago Moya, es un alicantino recién llegado a la Asociación. Apenas lleva con nosotros un mes y ya ha participado como artista fotógrafo en la exposición “EL OJO ARTISTICO”. Ahora viene a mostrarnos en este taller, un fotomontaje basado en un reportaje que hizo hace algunos años en la Villa antigua de Belchite, pueblo en ruinas como consecuencia de la guerra civil española y símbolo de la barbarie de todas las guerras.
Santiago entró en son de paz en la villa disparando con su cámara una serie de instantáneas con las que ha hecho un artístico montaje al que ha puesto música, locución y efectos sonoros especiales, con los que logra dar la sensación de que se trata de una grabación de video-creación, técnica ésta en la que ya consiguió el segundo premio de jóvenes creadores otorgado por la Diputación de Alicante en 2009.
Profesionalmente, Santiago es Ingeniero Informático y trabaja en su especialidad en la Universidad de Alicante, donde también imparte clases como profesor a tiempo parcial. Pero Santiago es más que eso, es un artista multifacético en el amplio sentido de la palabra: poeta y escritor de cuentos y relatos, tiene publicado un libro de poemas en la colección de poesía del Instituto Juan Gil-Albert. En los años 2001 y 2002, consiguió el tercer y primer premio respectivamente, el Concurso literario del cuento hiperbreve de la Universidad de Alicante; ha colaborado en importes webs en internet; en diversos programas de Radio Nacional de España: en 2009 quedó finalista en el concurso internacional de relatos del magacín “en días como hoy”.
Sin embargo, no se queda ahí sus inquietudes artísticas, pues como aficionado pinta y toca la flauta travesera, y como ya pudimos ver en la exposición “EL OJO ARTISTICO”, ha irrumpido con la fuerza de su sensibilidad artística y de sus conocimientos técnicos en el campo de la fotografía, en la que pretende abrirse camino a través de técnicas hibridas entre la fotografía del natural y la tecnología digital, una muestra de la cual ya tuvimos la oportunidad de admirar en la citado exposición con una foto de las ruinas de Iglesia de San Martin de Tours en el Belchite Viejo, transformada por arte de su arte en una especie de templo birmano abandonado al dominio de la naturaleza selvática, que ocupa los espacios abiertos por las bombas e infunde vida a donde solo había rastros de destrucción y muerte.
Yo creo, que con Santiago entran en nuestra Asociación los aires renovadores de las nuevas tecnologías al servicio de las Artes Plásticas, una de las cuales es ya por derecho propio la fotografía digital.
Recibámosle como se merece: es decir, como se merecen el y todos los nuevos socios que vienen a aportar algo, abriéndole un hueco en el inmenso corazón de esta su Asociación.
Muchas gracias”
A continuación tomo la palabra Santiago Moya, para hacer un pequeño resumen sobre la idea que lo inspiro y las vicisitudes de su realización y montaje, partiendo “de una excursión fotográfica que realice hace ya unos cinco años al pueblo aragonés de Belchite”. Que tenía conocimiento del hecho histórico de ese pueblo destruido sobre 1937, que Franco quiso que tras la guerra permaneciera así como ejemplo de resistencia. Que el pueblo nuevo se construyo a su lado. Que el viejo destruido por la guerra “tiene fama de lugar embrujado, en el que a veces las grabadoras captan las voces de los muertos, los gritos de los heridos, las descargas de metralla o el zumbido de los bombardeos: los sonidos dormidos de la guerra” Que el pueblo le impresionó y que “la persona que ha paseado por esas calles solitarias y destrozadas, cuando se marcha, en cierto modo ya nunca va a ser la misma” Que éste documental no tiene ninguna intención política porque “la muerte no viste de rojo ni de azul; y la guerra su hermana pequeña, no sabe de bandos cuando va anotando cada víctima en su libro de visitas”.
Tras esta somera descripción de lo que representaba su trabajo, respondió a alguna pregunta que le hicieron, y termino el acto con el aplauso cerrado y sincero de los asistentes, en reconocimiento a los indudables meritos artísticos del fotomontaje.
Carlos Bermejo
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