EMILIO VARELA ISABEL, es junto al Gastón Castelló, el pintor más popular de los que nacieron y pintaron en Alicante en el siglo XX.
Alicantino de pro, EMILIO VARELA nació, vivió y murió en la misma casa del barrio de San Francisco, desde 1887 al 1951. Paseó y pintó por las calles de Alicante y aun viven personas que lo conocieron, por lo que se puede considerar como contemporáneo y hay poca perpectiva para ser juzgado.
Con pocos años se inició en el aprendizaje del dibujo y pasó por diversos talleres y maestros, entre los que destacan Casanova, Pericás, Parrilla y el gran Sorolla, que lo tuvo como discípulo y ayudante en Madrid durante tres años.
Por medio de Sorolla, conoció y se relacionó con distintos artistas e intelectuales, entre los que destacaron, el músico Oscar Esplá y el escritor Gabriel Miró, alicantinos como él y con pintores de la categoría y fama de Benjamín Palencia y Daniel Vázquez Díaz.
Tuvo especial amistad, con José Mingot, experto en arte y regente del popular establecimiento de artículos de Bellas Artes, ”La Decoradora” que hoy regenta su nieto Federico Mingot, que además de amigo fue su protector; le proporcionó la venta de sus cuadros; le suministró pinturas y lienzos para que pudiera seguir pintado cuando no vendía y acumuló gran cantidad de sus obras por trueque, de las que luego se fue desprendiendo cuando a su muerte comenzaron a venderse a buen precio.
En cuanto a su pintura, tuvo influencias varias en consonancia con los maestros por los que pasó, quedándose con un refrito entre el sorollismo, el realismo figurativo, el fauvismo en alguna de sus obras y algo del impresionismos y el expresionismo, adaptándose a la demanda porque necesitaba vender para comer.
Debido a los malos materiales que a veces empleaba, sus obras no han resistido bien el paso del
tiempo, y aunque algunas se ha restaurado y se les ha hecho “lavado de cara”,
el color de la mayoría de ellas se ha agrisado y ensuciado. Solo quedan algunas más sobresalientes, que
están en manos de instituciones y colecciones alicantinas, pues su pintura, al igual
que la de Gastón Castelló, no pasó de la fama local. Lo mejor de su obra, son
los cerca de cien autorretratos y algunas obras coloristas de influencia sorollesca.
José Bauzá, escribió
una excelente biografía sobre el pintor, y por ella y por testigos como Mingot
y un amigo del pintor, a los que conocí y trate (en especial con Mingot, del
que narro anécdotas en mi novela de pronta aparición “Carola Montes quiere que
la aceptes como amiga en Facebook”) supe de sus penurias, de sus depresiones y
de la amargura de su vida, rayana a lo patológico y a la locura.
Espero, que
en la tertulia de mañana en nuestro CENTRO DE ARTE, a la que pueden asistir los
no asociados que lo deseen, no sea mal tratada su pintura y mucho menos su
persona.
Carlos Bermejo
Coordinador de exposiciones de la AAA
Alicante, 9 de marzo de 2016
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