PREMIO NACIONAL DE LA DIPUTACIÓN
Reseña del pintor alicantino Xavier Soler LLorca, que será
el artista sobre el que debatamos el jueves 10 de Mayo de 2018:
Xavier Soler Llorca
nació el 25 de marzo de 1923 en
Alicante, ciudad a la que estuvo unido sentimentalmente y en la que desarrolló
la mayor parte de su creación artística y a la que amaba profundamente y la
reflejó reiteradamente en sus obras y en la que falleció 72 años más tarde en 1995.
Desde muy temprana
edad siente la llamada del arte, recibiendo sus
primeras lecciones de dibujo del gran pintor Adelardo Parrilla Candela,
aunque por tradición e imperativo familiar se ve obligado a estudiar la carrera
de farmacia en Granada, donde se da a conocer en 1949 exponiendo en el Centro
Artístico de Granada, elogiado por la crítica, dando ya muestras de
personalidad refinada, exquisita y singular.
Se sacó rápidamente
su carrera de farmacia y se estableció con botica propia, lo cual le
permitiría, ser más libre para pintar, lo que quería, cuando y como quería.
En 1952 su cuadro
“Interior” obtuvo el Primer Premio Provincial en el “II concurso Nacional y Provincial de Pintura” de Alicante de la
Diputación Provincial, sirviéndole dicho reconocimiento para ser seleccionado
para exponer en el 1953 en una
exposición colectiva de pintores españoles en el Colegio de España en Paris, lugar que visito
para conocer a los impresionista y a los fauves, viéndose impregnado de esta
última influencia fauvista gran parte de su producción mayoritaria y extensa ,
pues pintó más de 1500 obras, de las
cuales en su madurez dejó atrás cualquier atisbo de convencionalismo y se creó
un estilo muy personal, de pincelada muy suelta y decidida, con la técnica del
gouache y siempre como un divertimento, el pintaba para sí mismo, importándole
poco si gustaba más o menos.
En 1956 expuso en la
Galería Biosca de Madrid con gran éxito, el crítico Faraldo definió su pintura
como una obra de gran lirismo dotada de un especial “perfume” y gran
musicalidad.
Posteriormente
vendrían otras importantes exposiciones en Madrid y Alicante.
Estamos pues ante un
pintor de alma sensible y refinado, con un estilo muy personal y perfectamente
reconocible, constituyendo un buen tema para nuestra tertulia de arte.
Pedro Ortiz