Del maestro de la pintura veneciana, que no italiana, Tiziano Vecellio, se sabe la fecha de su muerte pero no la de nacimiento,
pero se calcula que vivió en torno a los noventa años, El muy cuco, se las daba
de pobre y viejo para que el emperador Carlos I de España y V de Alemania, le abriera
su bolsa, pero el tacaño emperador le
pagó un ducado por el primer retrato que le hizo, si bien, el duque Federico II Gonzaga, añadió de
su peculio ciento cincuenta más para no dejar en mal lugar al emperador. Después,
cuando lo engrandeció artística y físicamente (no media más de uno sesenta) en
su famoso retrato ecuestre, “Carlos V en
Mühlberg”, que gracias a la monarquía española se conserva en Museo del Prado, le colmó de ducados y de honores, entre ellos
lo hizo “Conde Palatino”
De todo eso
y mucho más se habló en LA TERTULIA DE
LOS JUEVES, de hoy en nuestro CENTRO DE ARTE, pues un tema se engancha a otro,
como las cerezas al sacarlas de la cesta. Y, como siempre ocurre cuando se
trata de un maestro indiscutible de la pintura de todos los tiempos y lugares,
hubo casi unanimidad en su valoración, hasta
que alguien, que lo sabe todo o casi todo, dijo que Tiziano era un mal dibujante, y
aunque luego se retractó, la polémica se encendió y con ella los disparos
cruzados le dieron viveza intelectual a lo que podía haber resultado un tedioso
ejercicio de alabanzas hacia el gran pintor veneciano.
Al finalizar,
se acordó que el próximo pintor que pasaría a por el examen de los tertulianos desembocados a la
oratoria de “pisapalabra”, sería el oriolano
AGRASSOT.
Carlos Bermejo
Comentarista de la AAA.
Alicante, 14 de mayo de 2014
JOAQUÍN AGRASOT (autorretrato)