Aunque PIERRE BONARD, 1867-1947, no fue el creador
del movimiento nabí, si fue su profeta, (que a la postre era lo mismo), cuando se puso al frente de sus compañeros de la Academia Julián y luego en la Escuela de
Bellas Artes de París, donde la mayoría del grupo que lo formaban ingreso en esa prestigiosa institución.
Con
anterioridad había estudiado Derecho por imposición de su padre, a la sazón
Ministro de Asuntos Belicistas (Defensa para entendernos), pero como tantos
otros artistas de vocación, el derecho se “torció” y se dedicó a la
pintura, a la ilustración de libros y a la litografía, logrando éxitos espectaculares
en el mundo de la publicidad, tales como el del anuncio de “France-Champagne” que le consagro, en
1899, como publicistas al estilo de Lautrec. Ese mismo año conoce a una muchacha de origen
humilde a la que transforma en aristócrata cambiándole el nombre, y se casa con ella, tomándola como modelo para su obra más
intimista, en la que la retrata de todas las posturas posibles en transcurso de
sus tareas cotidianas, dándoles un matiz erótico pues casi siempre lo hacia
desnuda.
Como muy
bien dijo uno de los “tres tenores” que hacen los solos en las tertulias, sino
se diera el caso de ser francés, el tal Bonard nunca hubiese llegado a ser el
gran pintor al que ensalzan sus paisanos. Y ciertamente para los que solo conocemos sus cuadros por las fotografías, (mi caso) su pintura es caótica
en la composición, inarmónica en el colorido,
plana en las perspectivas y sucia
por agrisamiento de los colores debido la falta de
técnica en las mezclas.
Sin embargo
la polémica estaba servida, pues un grupo de nuestras compañeras que asistían a
LA TERTULIA DE LOS JUEVES de hoy, y habían
estado el día antes en Madrid para, entre otras, ver la exposición de las setenta obras que estos días se exhiben en la Sala de
Exposiciones de MAFRE, dijeron que las fotografías no le hacen ningún favor a
la obra y que se trata de un pintor de gran calidad e impactante en los grandes
formatos.
Ante su
testimonio, algunos retiramos los “descalificativos” y pensamos que pudiera ser
debido a que, ciertamente, se da el caso
en la pintura de que algunas obras no
son fotogénicas. Pero…doctores tiene la Iglesia: a mí, plin, para el nabí.
Y como en
la designación del artista a estudiar en la próxima tertulia del dia 3 de
diciembre, todos estuvimos de acuerdo, se dijo que no sería uno sino cuatro:
OROZCO, RIVERA, SIQUEIROS y GUAYASAMIN,
muralistas mejicanos los tres primeros y ecuatoriano el cuarto.
Carlos Bermejo
Comentarista de la AAA
Alicante, 26 de noviembre de 2015