CRÓNICA DE LA TERTULIA SOBRE
MARCELIANO SANTA MARÍA (jueves 12 de diciembre de 2019)
En la fría y desapacible tarde de ayer
celebramos animadamente nuestra tertulia con más asistentes de lo que hacía prever
el mal tiempo, que no animaba a salir de casa, pese a lo cual un grupo numeroso
y animoso , amantes del arte, tuvimos la tertulia, que en esta ocasión,
teníamos como artista para comentar y conocer, al burgalés Marceliano Santa
María Sedano que nació el 18-06 1866 en
la Ciudad de Burgos y falleció en Madrid el 12-10-1952, es decir con la edad de
86 años, longevo para aquella época, y que estuvo activo hasta el final.
Fue un pintor academicista en principio y que
evolucionó hacía el impresionismo.
Su padre que era oribe (orfebre) y joyero, le
e enseño el oficio y ya prendió en él la semilla del arte, alternando los
estudios de bachiller con los artísticos
de la Academia de Dibujo.
Fue en compañía de su tío Ángel Sedano Espiga,
que era canónigo de la Catedral con quien se trasladó a Madrid en 1885, con el
ánimo de asistir a las clases del Círculo de Bellas Artes, Escuela Superior de
Bellas Artes de San Fernando y al estudio del pintor Manuel Domínguez Sánchez, que compartió
con Fernando Álvarez de Sotomayor y Eduardo Chicharro Agüera. En ese
mismo año obtuvo el 2º Premio de la Exposición de Bellas Artes de Burgos. Y al
año siguiente logra el primer premio (1866) con la obra “Brindando”.
Tras la concesión de la 3ª Medalla en la exposición
Nacional de Bellas Artes en 1890 con la obra “Misa Pontifical”, fue becado por
la Diputación Provincial DE Burgos para ampliar estudios en Roma, donde estuvo
durante cinco años y donde pintó su famoso lienzo “El triunfo de la Santa
Cruz”.
Regresó a Madrid e inició una nueva etapa de
labor pedagógica, ejerciendo la docencia en la Escuela de Artes Aplicadas y
Oficios Artísticos, de la cual fue
nombrado director en 1934, ocupando dicho cargo hasta su jubilación, así como
en el Instituto de San Isidro.
Desempeñó el cargo de Presidente de la
Asociación de Pintores y Escultores, Presidente de Honor del Círculo de Bellas
Artes y académico correspondiente en diversas Academias nacionales y
extranjeras.
Obtuvo la Medalla de 1ª Clase en la Exposición
Nacional de 1910 con la obra “Angélica y Medoro”. En 1912 fue elegido miembro
de la Real Academia de San Fernando cuando contaba 46 años de edad.
En resumen, un buen pintor, con gran dominio
del dibujo y que practicó todos los temas, retratista más academicista y
paisajista más impresionista, por las obras que pudimos comentar en la
tertulia, lo vimos un tanto irregular en la calidad de sus ejecuciones
artísticas, sobresaliendo mucho más en los paisajes, con un estilo más suelto y
más fuerza, nos llamaron especial atención aquellos paisajes donde había agua
de algún río, donde conseguía unos reflejos de una belleza cautivadora.
Es indudable, que tenía un gran oficio, pero
que debido a que no viajó demasiado, ni fue a Paris, que era el epicentro del
mundo del arte, a pesar de ser premiado y reconocido en su tierra, hoy es
bastante desconocido para el gran público, salvo paisanos o visitantes asiduos
de Burgos o estudiosos del arte, es decir su fama y prestigio es más local y
puntual que general, como le pasa a tantos pintores de fama provincial
repartidos por toda la geografía nacional.
Pero nos dio pie a conocer a un estimable
pintor y pasar un buen rato con los distintos comentarios de unos cuantos
tertulianos.