La mesa de dibujo en su nueva ubicación.
El grupo de acurela atendiendo las explicaciones
El grupo de pastel siempre atrae la curiosidad de los visitantes
El maestro Serralta con una de sus pequeñas joyas.
Carlos Masegosa con sus pirograbados
La galería de obras expuestas atrajo a muchos visitantes
Los dulces y la mistela siempre son una buena excusa para descansar
Una de las mesas de los niños con Maria Llaves y Mª Angeles
La otra mesa de niños con Marisol y Elima al frente
Se distinguen por los dibujos porque ellos son idénticos
Preciosa niña, preciosa fotografía y precioso dibujo con una mancha suelta que ya la quisiera el mismísimo Monet.
Pese a estar en los últimos coletazos del otoño con el invierno abriéndonos las puertas, la jornada de pintura del domingo en los jardines de la Dipu resultó totalmente primaveral. El tiempo nos acompañó debidamente y eso se notó en la afluencia de socios y público en general.
Desde bien temprano, aunque también los hubo menos madrugadores, nuestros artistas se fueron acomodando en sus respectivos lugares para acometer la obra que tenían preparada.
Como de costumbre, se habilitaron los diferentes grupos: el de dibujo con el maestro Ramón Rodriguez al frente. ¡Qué gran mérito tiene este hombre que ha sabido aglutinar en torno a sí un grupo cada vez más numeroso de adeptos al lápiz!. El recién creado grupo de acuarela, con Juan Antonio Poblador al frente dispuesto a compartir sus enseñanzas con todo aquél que esté dispuesto a aprender. Y cómo no, el grupo de pastel, tan fiel como siempre, con José María Barceló a la cabeza, foco de atención de todos los visitantes para admirar la destreza de todos sus componentes.
Y por supuesto, el resto de pintores, entre los que no faltan casi nunca Serralta, Juana López, Fran Gallego, Carmen Jaén, Guillermo Miguelez, Gonzalo Saavedra, Berta de Vicente, José María de la Cueva, Francisco Beltrán y Senén López.
No faltó nuestro pirografista Carlos Masegosa, que aportó a la galería algunas de sus obras, que concitaron un buen número de visitantes en torno a las mismas porque resultan francamente muy atractivas.
Nuestras monitoras tuvieron, desde bien temprano, alumnos a los que atender, con un flujo contínuo de idas y venidas que mantuvo las mesas animadas en todo instante.
La pausa de la mistela y los dulces fue, como de costumbre, muy bienvenida y en un visto y no visto, las viandas desaparecieron porque según los presentes están bastante ricas.
Así que una jornada más de presencia de nuestra Asociación en plazas públicas, que esperamos sirva para darnos a conocer y para que la masa social siga creciendo.
Fernando Mateo
Presidente A.A.A.